CAPÍTULO 42.- primer fragmento

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—¿Acaso quieres morir? —Bael lo miró con un gesto desquiciado—. ¿Crees que no soy capaz de torcerte el cuello? ¿Tú crees que me importa un carajo si Bastian muere después de ti?

—Bael por favor —Odette se puso en medio de los dos—. No empeores la situación, él solo quiere protegerla.

Bael no miró a Odette, seguía con la vista clavada en Kerim, el cual se había interpuesto a que se lleve a Jessy.

Bastian sujeto a Kerim.

—Kerim deja que se la lleve —dijo el futuro alfa griego intentando hacer razonar a su mate—. La acaba de salvar de morir, no le hará daño.

—No físico —replicó Kerim—, pero será cruel con ella y sabes que ella no está bien psicológicamente, acaba de intentar suicidarse, no necesita que le griten o la insulten más.

—Tú no tienes ningún maldito derecho de preocuparte de ella —siseó Bael—. Desde ahora ella ya no es nada tuyo.

—Soy el único aquí que la quiere de verdad y la está intentando proteger —gruño Kerim.

—Kerim por favor —Hablo al fin Jessy—. Está bien, él no me hará daño, es mejor que me vaya con él...

—Pero... —Kerim intentó detenerla.

—Gracias —Jessy intentó levantarse—, gracias por todo Kerim, pero ya te dije que no puedes hacer más por mí, te lo suplico, no te metas en más problemas por mí, no lo valgo.

Bael no soporto que ella siguiera hablando con él, atropelló a Odette y a los otros dos tomando a Jessy para cargarla.

—Mi tío Jeremy está herido —le dijo Bael a Odette—. Todos están molidos, ve ayudarlos.

Camino por los pasillos sujetando a Jessy con fuerza, aunque ella no pudiera escaparse de sus brazos, él no podía evitar aferrarla más fuerte hacia su cuerpo.

La llevó a su habitación propia y la puso sobre su cama con delicadeza.

—¿Estás herido? —Jessy noto toda la sangre y tierra sobre él, se sonrojó cuando él le lanzó una mirada crítica—. Lo siento, sé que no debería...

—Me limpiaré rápido —hablo él—. No te muevas de aquí.

Bael se encerró en el baño tomando aire, camino al lavado y se miró en él.

¿Qué demonios iba a hacer?

Se dio una ducha rápida y se puso su uniforme del escuadrón del príncipe heredero. Estaba tan enojado y cansado, pero tenía que hablar con ella antes de que el desastre cayera sobre ellos.

La encontró en el mismo lugar mirando sus manos.

—Kerim tiene razón —habló Jessy mirando la pared—. No estoy bien Bael.

Bael arrastro el asiento de su escritorio y se acercó un poco a la cama para sentarse.

—No estoy bien desde hace mucho tiempo —Jessy tragó saliva—, pero eso es algo que tú puedes sentir ¿verdad?

El semidemonio se cruzó de brazos y no le contesto.

Jessy cerró los ojos y suspiró.

Empezó a narrar su perspectiva de su propia historia. Bael no quería escuchar, quería tapar sus oídos y no revivir la asquerosa narración de cómo dañaron a Jessy. Tanto como su lobo y el odio demoníaco se arremolinaban en su interior como lava recorriendo en todo su cuerpo.

Jessy siguió hasta llegar al punto donde llegó al Reino, Bael se sintió impotente, quería gritar, pero dejó que ella siguiera con su relato.

—No quise que le pasara eso a Leia —Jessy sollozaba—. Lo juro por la vida de mi padre, yo tenía como misión separarlos, jamás... intente sujetarla, lo intente, no quise que perdieran a su hijo. Nunca quise hacerles daño...

HEIRS OF THE RISING KINGDOMOn viuen les histories. Descobreix ara