CAPÍTULO 44.- tercer fragmento

4.5K 786 187
                                    


Gabriela volvió en sí cuando el agua bendita se desparramo encima de ella quemándole toda la piel. Soltó un lamento fuerte y empezó a volar serpenteando para poder evitar las bombas con agua bendita que le estaban lanzando.


El dolor era terrible, pero su piel ya empezaba regenerarse otra vez. Se acordó del espiral que había hecho Bael con sus alas cuando perdió el control y luchó contra Gabriela y Estefan. Imitó a su hermano y concentró toda su fuerza en sus alas para formar una oleada de aire que expulsara las bombas que lanzaban hacia ella. Logró desviar varias, pero seguían enviando en más cantidad y por todas direcciones. Ella se maldijo a sí misma por no practicar más cuando su padre les lanzaba bolas de fuego para que sean más ágiles.


Miro hacia donde estaban los espectros de Estefan contra las cúpulas personales de los hechiceros que mantenían la barrera y hacían aparecer monstruos al otro lado. Gabriela cerró los ojos unos segundos y al instante los volvió a abrir.


A su alrededor aparecieron una gran cantidad de sus propios espectros, los cuales empezaron a interferir con las bombas y los otros fueron ayudar a los espectros de Estefan. Sintió odio y la furia en su interior. Cada vez que usaba sus poderes una ola de ira se expandía en su interior, su padre le explicó que lo mejor era dejarse llevar por ella cuando se estaba en batalla, pero Gabriela tenía miedo, porque la última vez que se dejó llevar , ella casi había hecho que los mataran a ella y a Jose.


Sin embargo, en ese momento todos estaban en peligro, así que decidió que dejarse llevar por sus instintos era lo mejor. Siguió la corriente de enojo que brotaba interiormente en su cuerpo. Era dejarse llevar por un río de coraje corrosivo en su interior.


De pronto vio todo en rojo y una sonrisa asesina apareció en su rostro. Era reconfortante y muy divertido. Deseaba escuchar más gritos, deseaba matar, deseaba hacerlos sufrir.


"¿Cómo se atrevían a meterse con ella?"


Se impulsó hacia los hechiceros que repelían a los espectros de electricidad y fuego oscuro.


Alzó la mano en su dirección y una furia se internó en su pecho.


Las cúpulas de los hechiceros empezaron a llenarse de un líquido rojo espeso y hediondo. Para cuando se dieron cuenta, estaban empezando a mancharse de una sangre caliente que se multiplicaba cada vez más.


Algunos intentaron hacer desaparecer la sangre con magia, otros aterrorizados intentaron romper su propia cúpula de protección.


—¿Qué les pasa? —habló Gabriela con voz inocente—. ¿No les gusta ver sangre?


Cuando estuvieron a punto de ahogarse por la sangre, las cúpulas de protección cedieron y Gabriela aprovechó el momento. Todos habían tragado un poco de aquella sangre y Gabriela usó eso para su beneficio. Controlo la sangre para que empezara a multiplicarse en su interior.   


Los hechiceros empezaron a luchar contra sus propios cuerpos, sacudiéndose y usando su magia para sanarse a sí mismos. La semidemonio trazo con sus dedos, jugando con la sangre de su interior como si fueran serpientes comiéndose todo desde dentro.

HEIRS OF THE RISING KINGDOMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora