[BL] F.F.T.

55

A la mañana siguiente, cuando Yu Qingze y los demás llegaron al puesto de comida, se sorprendieron al encontrar un gran moretón en la comisura de la boca de Jiabao, obviamente por una paliza.

Los tres hombres se reunieron alrededor de Jiabao y le preguntaron preocupados.

"¿Qué ha pasado? ¿Una pelea?"

"Ouch, ¿te duele?" Chang'er alargó la mano y tocó la comisura de la boca de Jiabao, que se agachó un poco, dolorido.

"Herbiré un huevo y te lo aplicaré más tarde"..

Le Ge'er hizo un gesto, fue a la farmacia a comprar un poco de vino medicinal.

Jia Bao se apresuró a tirar de Le Ge'er y le dijo: "Hermano Chang Le, estoy bien, estaré bien en un par de días, no necesito vino medicinal".

Yu Qingze frunció el ceño y preguntó: "Jiabao, ¿qué ha pasado? ¿Alguien te golpeó?" Este pequeño cuerpo de Jiabao, si realmente quisiera luchar, probablemente no podría vencer a otros.

Jiabao bajó la cabeza y dijo: "Nada, sólo me he caído".

Yu Qingze le dio un golpe en la cabeza y le dijo seriamente: "Jiabao, di la verdad".

Jiabao se cubrió la cabeza y respondió con hosquedad: "Ayer por la tarde, cuando volvía a casa, me encontré con dos gamberros en el callejón que querían robarme el dinero. Pero", dijo Jiabao, levantando la vista rápidamente, "me golpearon un poco y corrí rápido, despues no me alcanzaron y no me robaron".

"¿Qué? ¿De dónde han salido esos cabrones que roban hasta a los niños pequeños?" Chang'er estaba furioso y rompió a maldecir.

Le Ge'er también estaba indignado y quería agarrar a esos dos gamberros y darles unas cuantas patadas.

Al ver esto, el viejo Huang dijo: "Esos gamberros siempre andan por ahí sin trabajar, ¡ninguno es bueno! Supongo que vieron que Jiabao sacaba dinero todos los días para pagar sus deudas, y al ver que era un niño, lo apuntaron".

"¡Pero no se puede robar a un niño! ¿No tienen ningún control sobre esos gamberros de la calle? ¡Es tan molesto! Deberían detenerlos a todos y enviarlos a la cárcel". Chang Ge'er agitó el puño y dijo.

Se le unió Le Ge'er, que asintió con fuerza.

El viejo Huang dijo: "Al gobierno no le importan estos asuntos tan triviales, aunque los atrapen, sólo recibirán unos cuantos golpes y serán liberados. Sería mejor dejar que sus padres los disciplinaran. Que sus padres les peguen a puerta cerrada y que se comporten durante unos días".

Yu Qingze pensó por un momento y luego dijo: "Jiabao, ¿usas tu salario diario para saldar tus deudas todos los días?".

Jiabao asintió e inclinó la cabeza: "Tengo miedo de perderlo".

Yu Qingze dijo: "Míralo de esta manera, aparte del dinero que necesitas para la cena de la noche, te guardaré el resto, y cuando hayas ahorrado más, puedes tomarlo para pagar tu deuda cada tres, cuatro, cinco o seis días. ¿Qué te parece?"

Ante estas palabras, los ojos de Jiabao se iluminaron y preguntó, algo avergonzado: "Jefe Yu, ¿sería demasiado problema para usted?".

Yu Qingze sonrió y dijo: "No, no lo es. Voy a buscar un pequeño libro y llevaré las cuentas por ti".

Jia Bao asintió a sus palabras y dijo: "Hmm. Gracias, jefe Yu".

Más tarde, Chang Ge'er hirvió un huevo para que Jiabao se lo pusiera en el hematoma, y Le Ge'er fue a la farmacia a comprar un poco de vino medicinal para que Jiabao se lo llevara a casa y se lo frotara.