Una Puesta de Sol y Nosotros [FINALIZADA]

Capítulo 6

—¡Sigo sin poder creer que hicieras eso, Alanni! —La voz de Daphne sonó divertida tras el auricular del móvil.

—Es que no lo hice —suspiró—. No queriendo, al menos.

Alanna llevaba todo el día ignorando los mensajes de su familia. Sobre todo, los de Daphne. Porque la conocía. Y sabía que intentaría restarle importancia a sus actos, buscándole el lado positivo a la situación. Diciéndole, como solía hacer ella para justificarse a sí misma, que «no había matado a nadie».

Y era cierto.

A no ser que ese «nadie» fuera su carrera como periodista. Esa había sido aniquilada.

Pero Daphne la llamó y ya no pudo seguir evitándola.

—¿Cómo haces algo así sin querer? —preguntó su amiga, con una risita incrédula.

Casi estuvo a punto de reírse. Porque, en serio, estaba segura de que era la primera vez que Daphne flipaba con ella.

—Me llamó el banco —dijo y se hizo el silencio al otro lado del teléfono. Porque cuando el banco la llamaba nunca era para nada bueno. Pero a Alanna tampoco le gustaba hablar de tema, por lo que continuó con la conversación—, y justo estaba buscando el archivo para enviar. Yo... me equivoqué. Seleccioné el que hice solo para desquitarme con Nick por lo que me estaba obligando a hacer.

Vale, sí, no le había puesto una pistola en la cabeza. Pero... ya la entendéis.

—¡Increíble historia! —y su amiga volvió a reírse—. Tú. La persona más precavida del universo has avergonzado a Nick Ríos delante de toda España. ¿No le pasaste el documento a tu jefa o qué?

—Me envió un mensaje diciéndome que estaba liada y que lo subiese yo directamente.

—¡Madre mía, Alanna! Eres consciente de que eso es algo que haría yo, ¿verdad?

—Sí, claro que sí —soltó el aire, relajándose un poco. Dejándose contagiar por el optimismo de Daphne—. Pero tú lo hubieras hecho adrede y yo me equivoqué.

—Ya —dijo, orgullosísima de sí misma.

Y Alanna sonrió con anhelo. Ojalá ella pudiera ser como su amiga. Que había conquistado el corazón de su primo siendo la persona más desastrosa del planeta. Hablando de su primo... Hizo la pregunta que más miedo le daba formular.

—¿Lucas está muy enfadado conmigo?

Porque más allá del mensaje que le había enviado esa mañana cuando salió la entrevista a la luz, no había vuelto a hablar con él. Y lo entendía. Al final, ella era la prima que le había tocado por sangre y Nick el hermano que había escogido.

Tanto él, como Venus, no dudarían en ponerse del lado de Nick. Especialmente, si Alanna era un setenta por ciento culpable.

Al menos, Lía y Kala, le habían mandado muchos corazones por WhatsApp. Sus tíos ya eran otra historia, la cual había ignorado deliberadamente porque no se sentía preparada para enfrentarse a ella.

—¡Qué va! Solo que Nick es su mejor amigo y tiene que mantenerse al margen.

—Ya, lo entiendo.

Y era verdad.

Había crecido siendo testigo de la lealtad que se profesaban Nick y Lucas. Creía no haberlos visto discutir nunca. Al menos, no en serio. Así que Dios la librara de ser ella la primera razón.

—Aun así —continuó Daphne—, sigue flipando con toda esta historia. Hasta que no le he asegurado que, de verdad, fuiste tú, estaba seguro de que alguien te había suplantado la identidad.