Capítulo 72

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Nick organizó una pequeña cena en su casa, para que sus amigos conocieran a Marc. Y el muy idiota se quedó prendado de Daphne en cuanto la vio. Solo necesitó cruzarse con ella y con todo su desparpajo durante dos minutos para que su semblante se suavizase y sacase a relucir su sonrisa de seductor.

—Marc, tiene novio —le advirtió Nick, apoyándose en el filo de la mesa—. Y es mi mejor amigo.

—¿Tu mejor amigo no soy yo? —hizo un puchero—. Me ofendes, Nick.

—Hablo en serio.

Porque Marc ya conocía a Lucas y solo estaba desviando el tema.

—En parte es tu culpa por no haberme avisado de que Lucas tenía una novia tan... —buscó un adjetivo adecuado— guapa. Seguro que van en serio, ¿no? Porque yo podría ser su premio de consolación, ya sabes...

Nick miró a su amigo como si fuera un caso perdido.

— Tan en serio como que Lucas te dejaría sin dientes si intentas ligarte a su novia delante de sus narices.

No era del todo cierto, pero encontraba entretenido asustar un poco a su amigo.

—¿Me pegaría delante de ella? —Sus ojos verdes titubearon.

La sonrisa de Nick se ensanchó.

—Eso, si no se le adelanta ella primero.

Daphne era monísima, hasta que se le fundían los cables y acababa derramándote una cerveza por la cabeza solo porque la habías hecho cabrear.

—Imposible —negó Marc, observándola mientras movía las caderas en un bailecito gracioso para Lisa.

—¿Por qué no te fijas en Venus? Hasta donde yo sé, está soltera y es muy guapa.

Marc desvió la vista hacia la hermana de Lucas, que contemplaba con horror la coreografía de Daphne.

—Está buena, es verdad —admitió—. Pero... parece dispuesta a comerse vivo a alguien si la contradice.

Nick se carcajeó, porque sí, en efecto, así era Venus. Un rayo en medio de una tormenta. Precioso de lejos. Letal de cerca. Se preguntó si se enamoraría alguna vez y, si al hacerlo, su genio se atenuaría. O si el chico en cuestión tendría que aprender a remar contra ese carácter que se gastaba la tía. Seguramente, lo segundo.

—En cambio, Daphne es...

—¿Qué pasa con Daphne? —Una voz dura y prominente interrumpió la conversación entre los dos amigos.

Marc empalideció un poco ante la inesperada llegada de Lucas. Nick, en cambio, soltó una risita divertida.

—Eso Marc —picó a su amigo—, qué pasa con Daphne.

—Eh... —carraspeó un poco—, iba a decir que es buena con los niños. ¿No habéis pensado en ser padres?

La carcajada de Nick se escuchó hasta en la entrada del pueblo. Las chicas se giraron hacia él, con el ceño fruncido, buscando el motivo de su risa. Pero Nick solo hizo contacto visual con la pelirroja, a quien le guiñó un ojo para decirle que luego la ponía al día.

—Por ahora no —comentó Lucas, un poco menos iracundo—. La carrera de Daph aún está en auge. Cuando ella decida que quiere pausarla para ser mamá, entonces lo intentaremos.

—¿Y si no quiere nunca? —Inquirió Marc.

Nick miró a su amigo, curioso por saber su respuesta. Lo conocía lo suficiente para saber que Lucas siempre había querido formar una familia. Por eso se sorprendió cuando Lucas elevó los hombros en un gesto desenfadado, que no encerraba ningún deseo oculto.

Una Puesta de Sol y Nosotros [FINALIZADA]Where stories live. Discover now