Seis

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Bajo el agua no tardo mucho en encontrar al tiburón quien no resiste a la tentación de acudir de vuelta hacia el rastro de sangre que su ataque ha provocado. Nuestras miradas se cruzan y cuando me ve sólo le falta que pudiese sacar una lengua y relamerse. Se acerca a gran velocidad hacia mi cuando yo no dudo y lo mato clavándole el arpón fuertemente entre los ojos de la bestia. Si los pescadores tienen suerte alguno de ellos se hará cargo de esta pieza tan codiciada por el Capitolio. La sopa de aleta de tiburón es muy famosa y cara... según tengo entendido.

Nado de vuelta hacia la orilla con el arpón en la mano, pues los arpones son muy caros y pueden llegar a castigarnos por perderlos. Camino fuera del agua y paso junto a Finnick Odair justo cuando tiro el arpón en la arena y corro hacia el edificio desesperada por saber como está Yunke. Entro y lo encuentro tumbado sobre la mesa. Stela está desinfectando la herida con mucha rapidez, aunque no creo que sea del todo necesario, todo el mundo sabe que el agua salada tiene propiedades curativas.

- Se cancela el trabajo de esta tarde y el de mañana. No volveremos a trabajar hasta después de La Cosecha cuando nos aseguren que no hay más tiburones y las vallas de contención estén reparadas. Podéis volver a casa- dice Jack envolviendo la venda alrededor de la mordedura. Yunke permanece inconsciente, tirado en la mesa con su pelo negro y mojado cayendo sobre su cara. Su futura prometida estará muy triste cuando se entere, aunque se curará y volverá a estar bien muy pronto- Stela y yo vamos a llevar a Yunke al hospital. Coral y Bot necesito que aviséis a los agentes de la paz de las torres de vigilancia. Tomad un barco de pesca, no la lancha. Kora, tú puedes irte a casa o a entrenar. Yunke estará bien.

Yo solo asiento sin dejar de observar como las vendas se van manchando rápidamente de sangre. Después me giro y salgo del edificio. Abro el grifo de la ducha de fuera del edificio y me coloco debajo dejando que el agua me empape toda la cara. Me seco con la toalla y entro de nuevo en el edificio. Ahora permanece vacio, deben de haberse llevado a Yunke al hospital. Me cambio en el interior a mi ropa normal y cierro la puerta con llave al salir. Camino lentamente hacia el centro del Distrito y al final me encuentro frente al colegio al que yo iba. Es verano y no hay escuela pero los niños tienen la opción de venir y seguir adelantando sus conocimientos. Los niños están saliendo y corriendo hacia sus madres cuando me encuentro con la mirada y el ceño fruncido de mi hermano. Corre hacia mí con clara preocupación crispando su bello rostro.

- ¿Qué ha pasado?- pregunta alarmado- ¡dímelo!- ordena con urgencia arrugando su pequeña nariz. 

- Nada. No te preocupes- me apresuro a responder- Yunke ha tenido un accidente con un tiburón y han cancelado el trabajo hasta la semana que viene.

- ¿Yunke? ¿Está bien?- pregunta. Yo coloco una mano en su hombro y lo empujo a caminar hacia su entrenamiento.

- No está muy mal- digo tratando de calmar las cosas- Podría haber sido peor. Se recuperará pronto- le aseguro seriamente.

Caminamos juntos por las calles del Distrito 4 hasta el centro de entrenamiento. Es un edificio de una sola planta y completamente de madera oscura. Algunos niños entran pasando corriendo por nuestro lado. Peter viene todas las tardes, yo antes también lo hacía aunque ahora solo vengo cuando tengo tiempo libre y no tengo que trabajar. De todas formas mi trabajo también tiene entrenamientos aunque ninguno de ellos con armas, lo cual es una clara desventaja. 



73º Juegos del Hambre (Todos los libros) TERMINADAWhere stories live. Discover now