Ciento ocho

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Todos mis muertos me visitan. De alguna extraña forma los veo a todos, aunque cuando abren sus bocas y me hablan, sus voces no se concuerdan con ellos. Todos repiten la misma frase "Vas a estar bien", pero no son sus voces reales. Casi tengo ganas de reírme en su cara, cada vez que oigo eso, pero no soy capaz. No sabiendo que todos ellos están muertos y que puede que yo también. 

Me despierto en una cama junto a la de Katniss. Ella sigue inconsciente recuperándose de un montón de quemaduras. Yo sin embargo he tenido mucha suerte, supongo. La bala entró y salió sin tocar ningún órgano, ni nada importante. Solo han tenido que cerrar la herida, pero como esto es el Capitolio, eso es pan comido para ellos y no me quedará cicatriz. 

Camino perfectamente y después de eso me trasladan a otro lugar. Estoy bien, no necesito más cuidados médicos, ni siquiera la maldita morflina, sigo odiando esa cosa... 

La guerra acabó justo después de las bombas. Cuando un montón de gente perdió a sus hijos. Ahí, donde más les duele. Desde el hospital me trasladan a la mansión de Snow. Al parecer Effie ha estado muy ocupada trasladando a los vencedores restantes hasta el lugar. Ahora me traslada a mi, y a Katniss la trasladaran cuando se recupere del todo. No digo nada mientras me asignan una de las habitaciones y me dejan allí. No he perdido el anillo lo que es uno de los mayores alegrías que recibo después de despertar, es como si formase parte de mi. 

Lo primero que hago, después de dejar una maleta que me ha preparado Effie con ropa encima de la gran cama, es meterme en el baño y hundirme en la bañera hasta tener los dedos completamente arrugados. Nadie viene a molestarme mientras tanto, y lo agradezco. Después de bañarme y oler a mar. Peino mi pelo a conciencia hasta que alguien golpea mi puerta. Me acerco envuelta en un albornoz y la presidenta Coin, en persona, entra. 

- ¿Dónde está Gale?- le pregunto. 

- En el Distrito dos, ocupándose de los últimos agentes de la paz. Supuse que querías ir, pero de momento necesito que te quedes hasta después de la ejecución de Snow. 

- ¿Volverá?- le pregunto. 

- Cuando termine con su misión volverá aquí, a la mansión- responde asintiendo con la cabeza. Lleva un nuevo corte de pelo, aunque el color sigue siendo el mismo que el de su ropa. Después me explica todo lo demás que necesito saber. 

Ella se va creyendo que soy una chica dócil la cual solo escucha, asiente y sigue sus ordenes sin preguntar. Incluso puede pensar que seguí a Katniss porque no tenía otra opción, aunque eso no sea cierto. 

Salgo horas más tarde de la habitación, quiero deambular por la mansión a mis anchas y ver cómo está el panorama. O eso quería hasta que encuentro a Gale. Corro hacia él y lo abrazo. Me aferro a él fuertemente y pego mi cara a su cuerpo. Qué alegría me da verlo de nuevo. 

- Me dijeron que estabas en el dos- le digo separándome de él.

- Acabo de volver. Me han dicho que has despertado y que ya estabas aquí. También han traído a Katniss- dice él comenzando a caminar por los pasillos. Lleva un extraño traje azul, nada de uniforme de soldado de nuevo, o eso creo. Puede que este sea un... ¿nuevo uniforme?-. Tengo que hablar con ella, me ha mandado la presidenta Coin.

- ¿Te importa si te acompaño hasta la puerta y espero fuera?- le pregunto caminando a su lado. 

Él llama a la puerta de la habitación de Katniss y entra. Dejo que se vaya y espero fuera de la habitación con la espalda pegada a la pared y los pies cruzados unos por encima del otro. Espero escuchando murmullos al otro lado de la puerta. Hasta que esta vuelve a abrirse y Gale sale. 

- ¿Estás bien?- le pregunto mientras se alejo y trato de alcanzarlo subida en unas botas de tacón. Se detiene. Agarro su hombro y lo giro para mirarle a la cara-. ¿Estás llorando?- le pregunto. En realidad no necesito la respuesta. Sé que lo hace. 

73º Juegos del Hambre (Todos los libros) TERMINADAWhere stories live. Discover now