Diez

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- La chicas primero- dice Gala Pyros introduciendo la mano en la urna con los nombres de las chicas. Despliega la tarjeta en frente del micrófono y esboza una sonrisa. 

- ¡Kora Seasse!

¿Qué? Un momento... ¿mi nombre? Es imposible, deben de haber cometido un error, seguro que ha leído la tarjetita mal. Justo cuando me estoy convenciendo de su error alguien me empuja por la espalda para que avance. Los agentes de la paz ya se encuentran junto a mí para escoltarme hasta el escenario. Y no sé cómo logro mantenerme en pie, pero de alguna forma llego andando hasta la parte de arriba del escenario y junto a mi escolta.

La gente estalla en aplausos, cuando Gala también lo hace. Mi cara se enciende. No se supone que este sea el mejor momento para ruborizarse, pero es que la situación es humillante. Entre esas personas habrá gente que aplauda porque me apoya, gente que aplauda porque están felices de que no sean sus hijas las que estén aquí y tal vez algunos aplaudan porque me han quitado de su vista.

Las cámaras me siguen de cerca y mi cara aparece en las pantallas. Esbozo una pequeña y falsa sonrisa... La mano de la escolta me guía suavemente hasta un lado en el escenario, frente a la urna de las chicas. Me quedo allí tratando de no mirar hacia la multitud. ¿Qué me podría encontrar entre la multitud? A mi madre llorando y a mi hermana. ¿Qué bien me haría ver eso en estos momentos?

- ¿Hay alguna voluntaria?- pregunta Gala Pyros. Nadie contesta. ¿Por qué? Me vale con alguien, cualquiera.  ¿En serio no hay ninguna voluntaria este año? Si casi todos los años hay alguna... ¿Tanto les gusto como tributo? 

- ¡Aún queda más emoción!- exclama Gala Pyros a la multitud y pasando a otra cosa, parece que eso los anima- ¡Es el momento de elegir al tributo masculino!

El público parece expectante. Las chicas ya están libres de peligro, pero los chicos... es su momento solo uno de ellos no volverá hoy a casa. ¿Quién será mi compañero?

- ¡Oceanus Spear!- Proclama Gala Pyros con su sonrisa perfecta traída del capitolio. El chico sale de entre la multitud.

Oceanus Spear, es lo que podría llamarse guapo. Nunca antes lo había visto. Ese tipo de situaciones suelen darse en el distrito cuatro porque hay dos colegios. Si este chico estaba en el otro colegio es muy probable que nunca me haya cruzado con él y si además le añadimos un padre pescador, es la forma más fácil por la que haya curtido sus músculos. Oceanus tiene el pelo negro, muy negro y también algo largo porque el flequillo le cae un poco por la cara y hasta encima de sus cejas. También cuenta con un par de ojos azules y una piel bronceada por los rayos del sol. Sin duda su aspecto lo ayudara en los Juegos pero... ¿lo hará su carácter? ¿Y sus habilidades?

El chico sube al escenario con una sonrisa de superioridad, es fuerte pero si es hijo de un pescador tal vez no le ayude demasiado. Aunque puede que resulte ser como Finnick Odair, un hijo de pescador en potencia.

Gala Pyros vuelve a pedir voluntarios pero nadie se ofrece. Parecece que o los chicos están este años muy cobardes o les gustamos como tributos. 

El alcalde comienza a leer el Tratado de la Traición. ¿Por qué siquiera necesita tener un papel delante? Yo ya me lo sé de memoria. De todas formas es obligatoria, seguro que él también está aburrido.

En cuanto acaba el himno, los agentes de la paz nos guían o escoltan hasta el interior del Edificio de Justicia. Mi madre trabaja aquí y me ha descrito muchas veces como es por dentro, pero yo nunca antes he entrado.

Grandes cuadros, alfombras con intrincados bordados en colores, suelos de mármol...



73º Juegos del Hambre (Todos los libros) TERMINADAWhere stories live. Discover now