Dieciocho

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Me despierto cuando la luz del alba entra por mi ventana. Me froto los ojos hasta que me acostumbro a la claridad y salgo de la cama para volver a meterme en la ducha. Esta mañana tengo ganas de probar otros champús y aceites, por lo que pruebo otro olor. Cuando me seco y me hidrato la piel con una crema también con olor, encuentro fuera de la habitación un conjunto deportivo. Está más logrado que el conjunto que usaba para entrenar en mi distrito pero básicamente cuenta con las mismas piezas de tela y el mismo corte. Son unos pantalones negros que se ajustan a mi figura y una camiseta que parece bastante transpirante. Incluso tengo un par de botas negras con cordones. El número de mi distrito se encuentra impreso en las dos mangas de mi camiseta. 

Respiro hondo y me cepillo el pelo a conciencia antes de salir de la habitación para desayunar. Milagrosamente Annie también está sentada a la mesa. Oceanus lleva el mismo traje de entrenamiento que yo, aunque el suyo es una versión masculina. Las mismas personas vuelven a servirme el desayuno. La fruta es el alimento más abundante sobre nuestra mesa, ni siquiera hay pasteles. Me sirvo un montón de fruta variada y tomo algo de pan con mantequilla. 

- ¿No vas a hablar?- le pregunta Oceanus a Annie indignado. Annie remueve el liquido de su taza sin levantar la mirada. 

- No puedes hablarle así- le digo a Oceanus disgustada.- Ella es tu contacto con el exterior...- le recuerdo. No le conviene ganarse el odio de su mentora si quiere que le ayude. 

Cuando muerdo la manzana me veo transportada hasta el distrito 4. Seguro que Peter se está levantando ahora para ir al colegio y que mi madre estará en el jardín mientras él desayuna en nuestra cocina. Mi padre llega hoy, y yo no voy a estar con él... 

Solo tenemos tres días para entrenar con los demás tributos y la ultima tarde tendremos la oportunidad de actuar en privado frente a los Vigilantes. Tengo que comenzar a definir mi táctica rápidamente. 

Phillip, mi entrenador del distrito 4, nos enseñó unas cuantas tácticas que podían ser usadas. Lo malo es que uno no sabe si ese año esa táctica va a dar el resultado esperado. De momento voy a llevar a cabo una de ellas. Observar. Es una táctica que puede ser útil, pero que no te pone en peligro. Necesito observar a los demás tributos para saber quienes son, si son voluntarios o no, sus puntos débiles y sus puntos fuertes... Ese es el primer paso. El conocimiento es poder. 

- Tenéis que reuniros con Gala a las diez en el ascensor, sed puntuales- dice Annie hablando por primera vez en el desayuno. 

Asiento hacia ella y esbozo una sonrisa triste antes de terminar el desayuno y volverme a mi habitación. Me lavo los dientes y practico un montón de sonrisas y miradas frente al espejo hasta que es la hora de irme. 

Las salas de entrenamiento está bajo suelo. Cuando las puertas se abren me encuentro frente a un gimnasio lleno de arma. Es muchísimo más lujoso que lo que hay en el distrito. Todas las armas parecen nuevas e incluso en el espacio se respira ese aire de lujo, aunque sea un gimnasio. 

Casi todos los tributos estamos ya aquí, aunque todavía faltan algunos rezagados. Como siempre los de los distritos más pobre son los últimos en llegar. Oceanus y yo nos reunimos en un circulo alrededor de una mujer que parece ser la entrenadora jefa. No nos colocamos juntos pero sí cerca. Observo a los tributos mientras esperamos a los que faltan. 

El chico del dos es claramente un profesional y seguramente voluntario. La chica del dos es muy grande, pero no tiene esa... gracilidad que gusta tanto en el Capitolio. La chica del distrito uno parece ser de mi edad o un año más pequeña. Tiene el rubio oscuro y los ojos marrones. Reconozco al chico sin embargo... he oído que se ha presentado voluntario y que tiene dieciséis años, es alguien a quien tener en cuenta puesto que uno espera hasta el ultimo año para ser voluntario, no con dieciséis. Aunque las excepciones siempre ocurren. 

La entrenadora jefe, Atala, da un paso adelante y comienza a darnos los horarios de entrenamiento. Hay varios puestos a los que podemos acceder... según las instrucciones de nuestros mentores, pero con Annie de mentora no creo que tengamos ningún problema. Algunos son de supervivencia y otros de lucha. No puedes luchar contra otros tributos, solo con los entrenadores. Se diferencia perfectamente quienes somos los profesionales y quienes no. Incluso Oceanus, que es un simple hijo de pescador, cuenta con un montón de músculos en sus brazos, torso, espalda, piernas... vamos, que está repleto como el chico del 2. 




73º Juegos del Hambre (Todos los libros) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora