Sesenta

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- ¿Has visto lo que ha pasado en el Distrito once?- pregunta Finnick mientras entra en mi casa. Tiene una facilidad para hacer eso... Él se cuela en mi casa cada vez que le apetece hablar conmigo sobre algo. 

- Sí- digo mientras bajo las escaleras y llego hasta él.- Está pasando lo que dijiste que pasaría. No me gusta nada... 

- Van a llegar a nuestro Distrito dentro de unos días. Tienes que ir a casa de tus padres y decirles que no pueden ir allí. Diles que se queden en casa...- me advierte. Nada de coqueteo, nada de bromas. Finnick el adulto sale a la caza. 

- Peter se va a llevar una gran decepción...- digo mientras niego con la cabeza lentamente. 

- ¡Está muriendo gente, Kora!- dice Finnick y casi pienso que va a explotar.- ¿Quieres proteger a tu familia?- pregunta levantando una ceja. 

- ¡Por supuesto!- exclamo ofendida.- Me voy. 

Ya están decorando el Distrito con pancartas y carteles. Con banderas... El ambiente no es festivo... más bien es tenso. Sé que han escogido a dos niñas del colegio de Peter para entregar los ramos... esas niñas seguramente apoyan los Juegos, lo cual es bueno para mantener las apariencias. 

Golpeo los nudillos contra la puerta de la casa de mis padres... la casa en la que crecí. 

- ¡Kora!- dice mi padre sorprendido mientras me deja pasar al interior.- ¿Qué haces aquí? No sabíamos que ibas a venir. 

- Decisión de última hora- respondo levantando las manos en señal de rendición. Ni que su hija tuviese que avisar para ir a casa de sus padres... 

- ¿Te pasa algo?- pregunta mi padre preocupado mientras me sigue por la casa.

- Avisa a mamá y a Peter. Quiero hablar con todos vosotros- le pido. 

Los tres se sientan en el sofá del salón y me dirigen una mirada expectante. 

- No podeis ir al discurso de los vencedores- les advierto.

- ¿Por qué?- pregunta mi madre.- La gente se está rebelando, cariño. Queremos ayudar. 

- No podéis. No podéis poner a Peter en peligro...- les digo al borde de las lágrimas. 

Peter se baja del sofá y camina hacia mi enfadado. 

- ¡¿Por qué?!- pregunta gritándome.- ¡¿Por qué vienes aquí a decirle a mamá y a papá lo que pueden o no pueden hacer?!- pregunta enfurecido. Su cara está completamente llena de rabia. 

Los ojos se me humedecen y veo borroso. 

- Porque somos familia...- digo al borde de las lágrimas.- No quiero que os pase nada, Peter. 

- ¡No lo entiendo!- grita.- Tú no eres lo suficientemente mayor. Eres solo la hermana mayor... 

Me doy la vuelta y camino hasta la puerta para salir. 

- Ya estáis viendo lo que está pasando en los demás Distritos... no quiero que os peguen un tiro- les digo antes de irme a mis padres. 

¡Joder! Yo solo intento protegerlos. Están matando a la gente por el simple hecho de hacer ese saludo... por tocar unas cuantas notas... 

Ya han aumentado las cuotas de pesca y las de perlas.. La gente trabaja cada vez más horas y siguen recibiendo el mismo sueldo. Los agotan hasta la muerte... 

Yo ya ni siquiera puedo darle el dinero a Susan Waterhouse porque los agentes de la paz son cada vez más brutales y a la mínima sospecha ponen una bala en tu cabeza. 

73º Juegos del Hambre (Todos los libros) TERMINADAWhere stories live. Discover now