73º Juegos del Hambre (Todos los libros) TERMINADA

Cincuenta y ocho

Como toda la parte de este libro en plan... explicación sobre lo que pasa en la arena. Me voy a centrar más en lo que ella hace. Pero voy a iros situando un poco relacionando lo que pasa en el Capitolio con lo que ocurre en la arena sin ponerme a explicar todo lo que Katniss ya explica con detalle. 

Segundo día después del sonido del gong. Breck murió en la Cornucopia, lloré toda la noche por él. Le advertí que no se acercase a la cornucopia, pero él no me hizo caso. He recibido una invitación a una... ¿fiesta? Ni siquiera sé si se llama así. Creo que primero va a ser una cena y después una fiesta. 

Gala realmente está aburrida durante estos días. Tan solo se dedica a mirar los Juegos ya que ella no puede hacer tratos con los patrocinadores. Cuando le he contado que me han invitado a una fiesta se ha puesto a divagar sobre si habrá posibles patrocinadores allí. Después ma ha advertido que tengo que escoger un buen traje. 

Cuando se puso a rebuscar en mi armario ella sacó un gran y pomposo vestido rosa con mucho tul. Incluso tenía un tocado a juego. Claramente quien lo puso allí no sabía cual es mi estilo. En lugar de eso tomo un vestido rosa bebé. Con unos zapatos de tacón y tiras y un chaquetón de pelo del mismo color. No es como si en el Capitolio hiciese un frío horrible, pero el clima no es precisamente cálido. 

De nuevo, Gala me ha planchado el pelo y me ha maquillado, aunque yo le he dicho cuando parar... no quiero llevar esas exageradas pestañas postizas y aun menos teniendo esta maldita operación quirúrgica del Capitolio que alargó las mías. 

- Espero volver temprano- le digo a Gala mientras caminamos hasta el ascensor. Ella no ha sido invitada, y sé que se siente triste por eso, pero no es mi fiesta. 

- Oh, querida. ¿Temprano? Las fiestas del Capitolio duran toda la noche, por eso la gente se levanta tan tarde...- dice mientras me empuja por el hombro hasta la puerta del ascensor. 

¿Toda la noche? No creo que pueda durar despierta toda la noche. Espero que puedan traerme de vuelta cuando me apetezca... Bueno, en ese caso me vendría justo después de la cena. Pero ahora tengo a Marina viva y aliada con los demás profesionales. Es una responsabilidad que pienso cumplir. 

Me escoltan, como siempre, hasta un coche y de allí me llevan hasta un lugar en el centro de la ciudad. No es una casa, es un lugar comercial. Algo así como un lugar donde comer... 

Justo cuando salgo del coche me doy cuenta de que Marcus está de pie con la puerta de entrada a su espalda. Va completamente vestido de negro. Pero no lleva corbata y sus tatuajes asoman de entre los  pocos botones abiertos del cuello de su camisa. 

- Has llegado- dice mientras se acerca sacando las manos de los bolsillos de su pantalón. 

- ¿Pensabas que no iba a venir?- pregunto esbozando una media sonrisa. ¡Seguro! Como si Snow no me hubiese obligado de todos modos a venir. 

- No, no. Por supuesto que sabía que ibas a venir- corta la distancia entre nosotros y me besa. Como siempre él da todo en el beso, algo desesperado si se me permite añadir una opinión. Ni siquiera Caspian era tan desesperado cuando nos besábamos de pequeños hace unos años, pero para este hombre parece que yo soy su agua y que el está sediento. O algo así. 

Por lo menos el chaquetón de pelo rosa bebé hace que el toque de sus manos en mi espalda se amortigüe. 

- ¿Entramos?- pregunta tomando mi mano. Asiento. ¿A caso tengo otra opción? 

Me pregunto que piensa la gente del Capitolio de esta situación. ¿No nos ven ellos como escoria? ¿No nos ven ellos como unos pobres desgraciados? ¿Por qué me invitan a sus fiestas? ¿Por qué quieren acostarse con nosotros? Se supone que entonces no le da vergüenza a Marcus de que me vean de la mano con él como si fuésemos una pareja normal. Como si realmente nos quisiéramos y nadie estuviese amenazándome con matar a mi familia. De hecho en el Capitolio cuanto más solicitado es un vencedor más adorado es.