Cuarenta y seis

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Después de dejar el edificio de entrenamiento me dirijo hacia la playa. Tengo ganas de darle una sorpresa al equipo de Buscadores de Perlas y almorzar con ellos. Espero que alguno quiera compartir su almuerzo conmigo porque no llevo nada. 

Entro en nuestra pequeña casa de madera que usamos como sala de reuniones. Sigue estando igual, con los mapas por todas partes, el catalejo y el silbato en la estantería, las botellas de agua... 

- ¡Kora!- exclaman todos a las vez antes de levantarse de sus asientos y comenzar a abrazarme, incluso Jack que desde el primer día fue mi jefe me abraza ahora. 

- ¿Qué te trae por aquí?- pregunta Stela esbozando su típica sonrisa amable. 

- He venido a almorzar con vosotros... si es que podéis compartir la comida porque no me ha dado tiempo a preparar nada esta mañana- explico con una gran sonrisa. 

- ¡Por supuesto!- exclama Stela.- Cada uno te daremos una parte de nuestra comida... 

- Gracias. Veo que habéis terminado ya el turno de mañana... ¿Qué tal van las cosas?- pregunto mientras tomo asiento en la mesa y todos rellenan un plato completo con partes de su comida. 

- Pues ultimamente no hay demasiadas perlas... Creemos que van a ampliar la zona o algo...- explica Jack. 

- ¿Has escuchado eso de algún agente de la paz o del alcalde?- le pregunto genuinamente interesada, como si yo siguiese trabajando aquí. 

- En realidad lo he escuchado yo- explica Bot.- Cuando fui a entregar la ultima carga de perlas... están hablando del tema en el Capitolio. Y creo que los planes van a seguir adelante ahora que tú has ganado los Juegos. La gente del Capitolio se ha vuelto loca estos últimos días encargando perlas...

- Nos han aumentado la tasa de perlas que debemos alcanzar...- le corta Coral. Ella sin duda está algo molesta por esta nueva medida. 

- ¿Vais a tener un nuevo Buscador?- pregunto. Echo mucho de menos el trabajo, todos los días... me había costado tantos años conseguirlo y soñaba con ello desde pequeña que ahora que no lo tengo estoy del revés. 

- No estamos seguros, pero suponemos que sí- responde Jack encogiéndose de hombros. Claramente necesitan a alguien más como mínimo. 

Cuando terminamos de comer recogemos todas las cosas y las volvemos a guardar para dejar todo recogido y que vuelvan al trabajo. 

- ¿Puedo hablar contigo?- pregunta Yunke agarrandome del brazo antes de que pueda cruzar la puerta para salir. 

Stela nos mira y asiente. 

- Vendré a por ti en la lancha dentro de un rato, aprovechad para poneros al día- dice antes de salir de la caseta. 

Yunke, quien ha sido mi compañero durante tres años y se ha encargado de cubrirme las espalda en el trabajo, me guía hasta las sillas y hace que me siente en una de ellas. Su mirada me preocupa. 

- No tuve tiempo para darte las gracias por salvarme ahí en el agua...- comienza a decir. 

- Estabas en el hospital y puedo ver por cómo caminas que te has recuperado perfectamente...- respondo señalando su sonrisa.- Estás vivo, eso es suficiente para darme las gracias... 

- Hay otra cosa que quiero comentarte... Delphine y yo vamos a casarnos dentro de dos semanas...- apoya la mano sobre el borde de la mesa y se agarra a ella. Frunzo el ceño. 

- Supongo que tendré tiempo de buscar un vestido...- digo entre risas. 

- No puedes venir a la boda...- susurra mientras aprieta la mesa y se le ponen los nudillos blancos. Levanto la vista con lágrimas en los ojos. 

- ¿Qué?- pregunto por si acaso no he llegado a entender. La primera lágrima rueda por mi mejilla. 

- No puedes venir a la boda- repite lentamente y haciendo contacto con mi mirada lo que sé que le duele.- Eres una vencedora. Si te invito a la boda todo el Distrito cuatro va a querer venir también. Delphine y yo siempre hemos querido una boda íntima... además han vuelto a comenzar a extenderse los rumores sobre que no eres hija de tus padres... 

Levanto las cejas, las frunzo y abro y cierro la boca sin nada que decir. 

Me levanto de la silla y camino hacia la puerta. 

- Os enviaré mi regalo de boda a vuestra casa- digo sobre mi hombro antes de salir de allí con ganas de correr por la arena hasta estar lo más alejada posible y volver a casa de mis padres. 

Elijo las calles menos transitadas para no encontrarme a nadie y tener que sonreír y saludarlos. ¿Qué todo el mundo va a querer venir a la boda si yo voy? Pues que no inviten a los demás... ¿Qué hay rumores sobre mí? Pues que pase de ellos como hemos hecho siempre... 

Al final tengo que recogerme el pelo en la parte baja de mi espalda porque noto mi cuerpo muy caliente y seguramente tengo las mejillas rojas por el llanto. 

Voy a explicar algunos de los nombres. Bot es por la palabra bote (barco pequeño, no bote de mermelada ni nada...) Coral es evidente. Jack es porque me suena como buen nombre para un pirata. Stela por estrella de mar. Yunke es un poco más difícil, en realidad un yunque es una gran cosa que usan los herreros para forjar espadas o cualquier otra cosa... en realidad mi intención era ponerle el nombre del lugar donde se amarran los barcos (y no me refiero al amarre que son especificamente las cuerdas y el sitio, sino a solo la L invertida) lo que pasa es que con respecto al nombre del objeto nadie se pone de acuerdo, por eso le he puesto Yunke por se un objeto pesado que se puede hundir en el mar... Delphine está también bastante claro (creo) es por los delfines. ¡Y ya está! 

73º Juegos del Hambre (Todos los libros) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora