Ciento seis

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- Escuchad- ordena Boggs por la mañana cuando todos estamos ya preparados para volver a salir de allí-. El cargador está vacío- dice mientras nos muestra uno de los rifles de asalto- solo es para la propo-. Se la entrega a Peeta y ya estamos listos para partir-. En marcha. Nos vamos cinco manzanas hacia el norte. 

Un rato más tarde Finnick comienza a repasar el discurso que Peeta tiene que dar ante las cámaras. Ayer, cuando comenzaron a dolerme los dedos de tanto jugar, porque todavía me duelen de vez en cuando por la tortura del Capitolio, los dos comenzamos a escribir un discurso para Peeta. Tal y como hicimos en el tren durante mi Gira de la Victoria. 

Llegamos a un plaza muy bonita. Tiene algo así como un arco de piedra muy grande. 

- Boggs- llama Cressida. Todo el mundo se hace a un lado para que ella pase-. Esta localización es buena. Aquí en el patio- dice Cressida señalando la zona central que tiene el gran arco. 

- Vale. Vamos a despejarlo- eso quiere decir que hay vainas o puede que haya. Todos bajamos las escaleras hasta el patio. No me pasan desapercibidas las pintadas con el símbolo del sinsajo. El holo comienza a pitar-. Una vaina- anuncia Boggs señalando la callecita que hay delante de nosotros-. Divididos a cubierto. 

Me coloco en el lado izquierdo junto a Katniss y Gale, y me agacho junto a la pared. 

- Quedaos ahí- ordena Boggs. Justo después de eso un montón de sonido de disparos comienzan a resonar y hacen vibrar las paredes. Noto un peso sobre mi y entierro la cara entre mis piernas mirando hacia el suelo. Creo que alguien me está envolviendo en un abrazo, pero no quiero mirar. Ese sonido tan continuo de disparos me recuerdan a cuando descargue todas las balas contra el cuerpo del agente de la paz que había quedado medio vivo después de que mataran a mi hermano pequeño. Levanto la cabeza y veo que uno de los arcos más pequeños del patio cae tras recibir un montón de disparos. Finnick parece disfrutar del espectáculo y eso es... espeluznante. Después... silencio. Me desemvuelvo del abrazo de Gale y le doy un leve asentimiento mientras trato de darle las gracias. 

- Despejado- anuncia Boggs-. Homes, las Leeg conmigo a los francos- continua ordenando. 

Me levanto lentamente y espero. El cuerpo de Gale justo detrás de el mío y Katniss delante. Una bomba explota y automáticamente lanzo mi mano hacia detrás para agarrar el brazo de Gale. Sé distinguir cuando explota una bomba, llevo semanas trabajando con ellas para vencer mi fobia a estar en un espacio cerrado desactivándolas. 

Todo se vuelve un caos. Oigo a Jackson gritar cosas, pero no se la entiende muy bien entre tanta agitación. Todos corremos hacia la explosión, no es la idea que yo tenía en mente, pero lo hacemos porque Boggs yace en el suelo. 

- Era una mina antipersonas- le susurro a Finnick mientras avanzamos. He estudiado todo tipo de bombas... y está claro que si solo ha perdido las piernas, aunque parece mucho en realidad, es porque la bomba solo va destinada a una persona. Se activa cuando la pisas, pero no detona hasta que no cambia el peso... es decir, más o menos hasta que no levantas el pie, o los pies. Si se hubiese dado cuenta de que había pisado una bomba, tal vez podría haberla desactivado. 

Boggs transfiere el holo a Katniss. Todo el mundo está alterado. Veo a una de las Leeg retorcerse en el suelo más allá. ¿Qué le pasa? Su hermana acude a su rescate. Y pisa otra bomba. 

- ¡No te muevas!- le advierto. Ella está paralizada observando su pie. Creía que era otra bomba, pero algo bajo su pie se mueve y acciona unas puertas gigantes que cierran la calle. Nos están encerrando en la plaza. Todos corremos cuando una ola gigante de líquido negro algo espeso comienza a caer por una de las puertas. Es como un tsunami... 

73º Juegos del Hambre (Todos los libros) TERMINADAWhere stories live. Discover now