< 189 >

109 21 2
                                    

La puerta de su hogar se plantaba delante de sus ojos, causando que cada fibra de su ser temblase a causa de la ansiedad. Sentía que en cualquier momento perdería el equilibrio y caería, pero aún así avanzó lentamente, sintiendo los ánimos de Mangel, Alex y su familia a sus espaldas. Suspiró y avanzó como pudo hasta llegar a la puerta, la cual se había deteriorado levemente en los dos meses que estuvo fuera; alzó la mirada y observó la casa desde su lugar, encontrando la residencia un par de centímetros más alta. Quizás era la emoción mezclada con ansiedad lo que le hacía ver todo diferente, pero entre más tiempo pasaba analizando el lugar más distinto lo encontraba, más lindo. Samuel contuvo las lágrimas y volvió a centrarse en la puerta que debía tocar, empujando así lejos de su mente cualquier cosa que lo distrajese de lo que estaba por hacer. Dejó el bolso a su derecha y sobre el suelo, alzó la mano y golpeó la madera con fuerza, causando que el sonido retumbase en sus oídos.

-¡Ya va!- escuchó a su madre decir desde dentro y sus piernas temblaron, casi como si fuesen gelatina. Sintió los pasos acercándose a la entrada, como tomaba el picaporte y, finalmente, como la puerta se abría delante de sus ojos, mostrando a su madre con su típica ropa de entrecasa. Samuel sonrió con cariño al ver su desconcierto, sobre todo porque lo había extrañado -¿Samuel?- preguntó confusa, mirándolo de pies a cabeza.

-Hola, ma- saludó chiquito, emocionado.

-¡Samuel!- gritó antes de abalanzarse sobre su hijo para abrazarlo.

Su brazos no tardaron en atraparla también, sintiendo como su pequeño cuerpo temblaba contra el suyo. Hundió su cabeza en la cabellera de la mayor, procurando rememorar su aroma; se sentía un niño pequeño.

-No es cierto- levantó la mirada cuando escuchó a su padre, encontrándoselo con las mismas pintas que su esposa -No es cierto- repitió antes de acercarse a ellos y sumarse al abrazo.

Samuel no pudo contenerse más y derramó las lágrimas que había intentado ocultar todo ese tiempo, sintiéndose libre finalmente.

Deathbeds [Wigetta]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora