Deathbeds [Wigetta]

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La vida fuera del hospital parecía más brillante, emocionante en cierto aspecto. 

El sol parecía más inmenso, la luz más enceguecedora, los colores más vivos... todo parecía estar en otra sintonía, como en otra realidad. Estando en su casa, con sus padres, todo parecía posible. 

A pesar del itinerario de pastillas que debía cumplir y los trastornos que lo acompañarían de por vida, sentía que esta vez era diferente.

A pesar de lo que le costaría recuperar su vida y lo difícil que sería afrontar aquello, sentía que podía hacerlo.

A pesar de que aún escuchaba el murmullo de sus demonios justo detrás de sus oídos y que posiblemente jamás dejaría de hacerlo, sentía que no volvería a tocar fondo.

No sabía si había cubierto completamente el pozo, aún quedaba camino por recorrer, pero creía estar más cerca que nunca de la cima, casi tocándola con la punta de sus dedos. Por primera vez en muchísimo tiempo se sentía fuerte, seguro, confiado... por primera vez, estaba seguro que no se dejaría vencer.

Estar fuera era tan reconfortante.