Deathbeds [Wigetta]

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-Detente, por favor- pidió Samuel luego de romper el beso de repente, mostrándose alterado y nervioso.

-Lo siento- se disculpó el contrario con un hilo de voz, el cual lo mostraba indefenso y asustado.

El internado maldijo por lo bajo al escuchar como sus voces le suplicaban que hiciese que Guillermo se fuera. Lo querían fuera de la habitación, necesitaban que quedase solo nuevamente para poder torturarlo.

El silencio reinó entre ambos, cosa que hizo incómoda la situación a pesar de que eso jamás había pasado. Los ojos de Guillermo no podían dejar de recorrer el cuerpo del más grande, analizándolo una y otra vez. Su piel estaba más blanca, su cuerpo más delgado, su rostro demacrado y sus brazos marcados casi de punta a punta... Definitivamente no era el chico del que se había enamorado.

Samuel, por su parte, se sentía mal, muy mal, y tener a Guillermo frente a el mirándolo de aquella forma lo hacía sentir peor. Lo quería lejos y al mismo tiempo lo más cerca posible; necesitaba besarlo y al mismo tiempo gritarle para que se fuera.

Y sin más, comenzó a llorar nuevamente.