Deathbeds [Wigetta]

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-No... eso no puede ser cierto- dijo Guillermo con el ceño severamente fruncido y las mejillas enrojecidas por la furia –Están confundidos y de una manera horrible. Samuel jamás haría algo así.

-Se despidió de nosotros anoche- comentó Amelia con la voz partida y los ojos rojos –y lo mismo hizo con David...

Los mensajes cariñosos, sus desesperados pedidos de que no lo extrañase... no, no podía ser esa su despedida, se negaba a creerlo.

-Están confundidos- repitió el menor mientras secaba sus lágrimas con fuerza y se ponía de pie -¿Cómo pueden asumir eso por un par de mensajes? ¡Es estúpido! Él está bien.

-Guillermo...- David quiso acercársele, pero el menor se alejó.

-¡Samuel está bien!- gritó –Se fue de la ciudad por asuntos del trabajo, nada más. No se porque piensan que él está...- no quiso finalizar la frase.

-Samuel renunció a su empleo hace un par de semanas- continuó su amigo con un nudo inmenso en su garganta –Fui a buscar información de él a la empresa y no había nada. Él no trabajaba más allí.

-No es cierto...- los miró a todos con desaprobación -¡Nada de lo que están diciendo es cierto!

No quería asumirlo,no quería afrontar una realidad que no creía posible. Se negaba a aceptar que Samuel, la persona que más amaba en el mundo, simplemente se había rendido.