< 148 >

270 48 3
                                    

-¿Por qué sigues a mi lado?- preguntó Samuel una tarde en la que habían decidido salir a recorrer los parques internos del hospital.

Guillermo, desde su lugar y sentado a su lado, giró la cabeza para observarlo, encontrándose con su mirada perdida en algun sector frente a él. Sus ojos parecían tristes, vacíos.

-¿Qué pregunta es esa?

-¿Por qué sigues a mi lado?- repitió, observándolo directamente -Eres un chico increíble, posiblemente encontrarias a alguien muchísimo mejor que yo y sin tantos trastornos- Guillermo quiso hablar, pero el mayor continuó -Podrías volver a tu empleo y a tus estudios, no tener que estar aquí encerrado conmigo. Podrías pasear por la ciudad, salir por la noche, dormir sin tener que estar obligado a abrazarme- a pesar de que sus palabras sonaban tristes, no había rastros de lágrimas en sus ojos -¿Por qué estás aquí teniendo todo un mundo fuera esperándote?

El menor guardo silencio por un par de segundos, pensando exactamente qué decir.

-No creo que haya tanto allí fuera para mi, lo que más quiero está a mi lado en este instante- sonrió chiquito, causando en Samuel cierta sorpresa -¿Por qué saldría a buscar algo más si te tengo aquí? Eres lo más importante para mi, Samu- pausó -Se que te cuesta verlo, pero no necesito a otra persona a mi lado que no seas tú. No me importan tus trastornos ni el tiempo que estemos aquí, como tampoco me importa haber tenido que cambiar de puesto y atrasar mis estudios, ¿Sabes por qué? Porque eres el amor de mi vida, y lo único que quiero ahora es tenerte a mi lado- la mirada de Samuel seguía triste y pérdida, pero ahora cargaba con un brillo especial, uno de emoción, quizás felicidad -Te amo, cariño- continuo para acariciar su rostro con cuidado y acercarse a el -y no necesito nada más.

Guillermo depositó un suave beso en los labios de su novio, sellando así sus palabras.

Samuel, por su parte, beso al menor con necesidad, sintiendo como su corazón, después de mucho tiempo, realmente sentía algo distinto al dolor de la angustia. Su pecho dolía como todos los días, pero aquella vez parecía distinto, se sentía distinto.

Quizás era felicidad, pero no sabía definirlo.

Deathbeds [Wigetta]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora