Deathbeds [Wigetta]

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Solo déjame morir...

Guillermo sintió su mundo caerse ante sus pies ante aquellas palabras pero aún así no disminuyó su fuerza, pudiendo así contener los impulsivos movimientos de su novio. La sangre que salía de sus muñecas, tibia y algo espesa, rodaba por sus brazos y los envolvía a ambos en tonos rojizos, tonos que Guillermo odiaba pero que Samuel buscaba ver.

-¡Déjame morir, por favor!- suplicó entre gritos el mayor justo cuando su cuerpo comenzó a temblar, tanto por la pérdida de sangre como por la angustia de no haber podido lograr su cometido nuevamente -No lo aguanto, déjalo así, por favor.

-No voy a hacerlo- dijo severo el menor, sintiendo su corazón romperse en cientos de pedazos -No voy a dejar que mueras.

-Es lo único que quiero, cariño. Por favor, déjame morir- el menor guardó silencio y apretó los ojos con fuerza, conteniendo así su dolor -Mierda, ¡solo déjenme morir!- gritó, asustando a su compañero.

-¡No!- contestó -No lo harás. No escaparás de esto tan fácilmente.

-Déjame. Morir.

-No.

-¡Déjame! ¡Morir!- gritó mientras se sacudía.

-¡No!

-Déjame morir, por favor- Samuel golpeó su cabeza contra los azulejos, haciéndolos retumbar con fuerza y asustando nuevamente al menor -Solo déjame morir.

-Joder, ¡llamen a un médico!- ambos escucharon decir de repente, cosa que los hizo girar la cabeza hacia la puerta abierta de la habitación en la que estaban.

Ninguno había notado cuando, pero pronto la habitación se llenó de enfermeros que sostenían a Samuel con fuerza y detenían sus hemorragias, como así también había unos cuantos que revisaban a Guillermo, quien no podía dejar de llorar.