< 26 >

449 77 3
                                    

-Sírveme otro, cantinero- pidió el menor sin poder mirar fijamente a quien le servía por tener la mirada totalmente borrosa y perdida.

No sabía cuánto había bebido, pero sabía que no había sido suficiente.

-¿Estás seguro, chico?- preguntó el contrario mientras limpiaba un vaso –No mataras la angustia con alcohol.

-Tú solo sírveme otro vaso y no molestes- contestó de mala manera arrojando los billetes correspondientes para pagar la bebida sobre la barra.

Su billetera estaba casi vacía, pero no le importó.

Pronto el vaso estuvo frente a él nuevamente y, sin pensarlo, dejó que aquel líquido entre anaranjado y café bajase por su garganta y empujase el nudo que estaba en ella casi sin sentir el sabor original de la bebida.

Solo quería sentirse menos vacío, pero cada vez la sensación era peor. Su alma simplemente había desaparecido.

-Otro- pidió depositando los últimos billetes que le quedaban y ganándose un suspiro por parte del contrario.

Lo único que existía en su mente era Samuel, un Samuel lleno de alegría y amor, uno que sonreía de la tontería más grande y que había jurado amarlo por y para siempre.

Un Samuel que ya no estaba.

Deathbeds [Wigetta]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora