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El pitido de la máquina desconectada pronto alertó a los demás enfermeros del piso y, en consecuencia, a los doctores, por lo que fue cuestión de tiempo para que el doctor Mars llegase. Al entrar se encontró con su paciente notablemente consciente pero con los ojos apretados y el ceño fruncido mientras intentaba liberarse del agarre de Ángela y Guillermo, quienes hacían lo posible para evitar que se moviese sin lastimarlo. Suspiró con fuerza y, con la mirada suplicante de Guillermo sobre sus movimientos, sacó de uno de los bolsillos un pequeño frasquito de cristal con un líquido blanquecino, tomó una jeringa de entre los artefactos de emergencia de la sala para cargarla con el y se acercó a Ángela.

-Mantenlo firme- ordenó y la chica presionó con más firmeza la zona que sostenía, permitiéndole al profesional suministrarle el medicamento directamente desde la vida de su mano –Samuel, necesito que respires con profundidad- el nombrado abrió los ojos y volvió a negar sin dejar de zarandearse –Hagamos esto rápido, por favor- el recién despierto continuó llorando y negando, ignorando completamente las palabras del mayor.

-Samuel, por favor- susurró Guillermo mientras lo sostenía –Respira, amor- el chico detuvo sus forcejeos, cerró los ojos con fuerza y comenzó a respirar con profundidad pero dificultad, haciendo que su aliento saliese entrecortado.

Guillermo notaba que Samuel quería gritar, pero de su boca no salía ni un solo sonido.

-Iré por el psiquiatra- anunció el doctor antes de alejar la aguja de la mano del contrario –El ansiolítico comenzará a hacer efecto pronto, pero quédate aquí hasta que eso ocurra, ¿vale?- agregó mirando directamente a la enfermera, la cual asintió automáticamente –Volveré pronto- finalizó para girar sobre sus talones y salir rápido de la habitación, dejando a los más jóvenes a cargo de Samuel.

Ángela soltó lentamente el cuerpo del contrario e incentivó a Guillermo a hacer lo mismo, pero el chico hizo caso omiso.

Guillermo no entendía nada de lo que ocurría, pero no quería alejarse de Samuel hasta que este lo mirase y pudiese dejar de llorar.

Deathbeds [Wigetta]Where stories live. Discover now