Deathbeds [Wigetta]

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A pesar de que habían intentado no hacerlo, tanto los padres de Samuel como Guillermo habían derramado unas cuantas lágrimas cuando vieron al recién despierto salir de la habitación, cosa que los obligó a quedarse a varios metros de distancia de él y la chica que empujaba su silla de ruedas, la cual se vio incrementada por sus pasos lentos y cautelosos durante todo el trayecto hacia su nuevo destino. Los tres se mantuvieron en silencio y con la mirada fija en el grupo que iba por delante de ellos, centrando todos y cada uno de sus pensamientos en mantenerse calmados a pesar de que estaban desesperados por sentir aunque sea por un instante los brazos del internado cubriéndolos en un abrazo; necesitaban de Samuel, pero sabían que no podían exigirle nada en ese momento.

Guillermo vio a Ángela y su novio girar junto a los doctores y como estos atravesaban nuevamente una enorme puerta que volvía a separar una zona del resto del hospital. El área completamente esterilizada y más privada de terapia intensiva había mutado rápidamente en una mucho más abierta y distendida y que contaba con más personas rondando por sus pasillos, aunque aun así podía sentirse el ambiente estrictamente serio que se respiraba allí.

Después de todo, no podía ser menos si se trataba de la parte psiquiátrica del hospital.