Imaginas Teen Wolf

Derek Hale Joven - Liquido negro

Vuelvo a dibujar círculos en mi cuaderno, trato de concentrarme en los trazos que dibujo con mi tinta e ignorar mi voz interior que me tortura. Vuelvo a levantar la mirada y vuelvo a encontrarlo hablando con el equipo de básquet. Sonríe mientras habla y sonrió para mí misma. Me gusta verlo sonreír.

Ojalá pudiera hacerlo sonreír yo.

Aprieto los labios volviendo a recordar eso.

A el empujándome ante mi tacto.

El diciéndome que no me ama.

El aire peinando mi cabello me hace volver a la realidad. Vuelvo a levantar la vista dándome cuenta que soy la única en los comedores de afuera... de nuevo. Tomo mis cosas, ya va a ser hora de salir.

Entro al pasillo de los casilleros, y, ahí estaba él. Lo llamare destino, pero él era el único en el casillero. Todo alrededor estaba vacío, solo el ahí. Y no lo pude evitar, ni quiero.

Me acerque y toque su hombro. El dio medio vuelta y al verme la sonrisa que tenía en la cara desapareció. Lo cual hizo caer mis ánimos al suelo.

—¿Qué haces (T/N)? — cerro su casillero de manera brusca volviéndome a ver sin ninguna expresión en su rostro.

—Yo...solo quiero hablar contigo — el al escucharme volvió a darse media vuelta y a caminar lejos de mí.

—Hey, solo quiero hablar, no puedes impedir eso — trate de seguir su paso.

—Pensé dejar las cosas claras

—Decir no te amo e irte así no mas no es dejar las cosas claras.

—No quiero hablar lo siento.

—¡Derek!

Se detuvo a medio pasillo.

—No puedes — dio media vuelta para verme — No puedes dejar que me enamora de ti y luego decirme algo tan hiriente e irte

Se mantuvo en silencio mientras unas cuantas lagrimas amenazaban en salir.

—Se que no soy la chica que tú quieres, pero yo si te amo, al menos despídete de mí ¡Maldita sea!

—No, tu no me amas, no deberías

—¿Ahora resulta que se puede controlar los sentimientos?

—No vamos a seguir hablando

—Tu no decides eso

—Pues mírame hacerlo.

—¡Derek! — volvió a detenerse — al menos despídete.

Una fue veloz puesta en mi cuello con un agarre voraz y de un segundo a otro mi cuerpo fue elevado hasta chocar con los casilleros. Unos ojos azules estaban frente a los míos, sentí unas garras alrededor de mi cuello que me dio miedo de hasta tragar.

—Escúchala Derek, despídete

—Déjala — no pude voltear verlo, solo quedé viendo hipnotizada en el miedo a esos ojos azules brillantes de lo que parece un perro gigante.

—Oh por favor, ni que la quisieras.

Luego, mi cabeza impacto contra los casilleros y me rodee de una habitación oscura.

Paso... Dios sabe cuánto tiempo. Siento mi cuerpo temblar, en mis manos siento hojas húmedas. Liquido caliente pasar por mi frente. Entonces siento un ardo horrible en mi pierna, me incorporo para ver y entonces me horrorizo al ver liquido verde saliendo de ahí.