Derek Hale - Tócame Gatita +18

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—Así que quieres jugar — la mirada de Derek que a cada segundo se transforma en una de lujuria.

Yo disfruto provocarlo, quiero que me lleve un poco más del límite.

—Yo no he dicho nada Alpha, solo sugerí las esposas — digo manteniendo mi mirada en el de manera inocente mientras levanto las esposas enfrente de él balanceándose en mi dedo.

—Yo digo — me arrebata las esposas, me toma y me tira boca abajo sobre la cama —que eres una pequeña descarada — se sube a la cama y se coloca encima mío sin apretarme, pero sus manos buscan las mías y las apresa en mi espalda, me resisto en morder mi labio inferior —tendré que enseñarte a comportante mejor ¿no crees?

¡Siii!

Ignoro mi voz interior y me mantengo callada esperando una represaría.

Y es cuando siento su mano chocar contra la piel desnuda de mi trasero.

Ahogo el gemido en el colchón y doy un brinco por la sorpresa.

Estoy vestida solo en lencería de encaje rosa y el lleva su pantalón de pijama sin camisa. Esta vez muerdo mi labio para reprimir mi risa. Él quería dormir y abrazarnos en la cama, yo me puse frente a él con mi escasa ropa retándolo con la mirada y las esposas. Es solo que ya ha pasado cierto tiempo sin que el me tocara; y ciertamente ya necesitaba atención.

—Usa tus palabras nena — me dice con voz pasiva y paciente.

—Enséñeme modales señor —lo oigo suspirar con satisfacción.

—¿Las palabras mágicas? — recibo otro azote en mi otra nalga.

—Por favor — mi voz sale un poco desesperada.

—Buena chica

Escucho el ruido metálico de las esposas y en segundos siento como el me las colocas. Su mano pasa de mías brazos a mis piernas masajeando su recorrido en toda mi piel, solo me esta tocando la piel menos las partes mas necesitadas sin embargo ya siento que estoy goteando entre mis piernas.

Sus dedos pasan cerca de mi entre pierna, pero no recibo ningún roce mas cercano. La necesidad crece en mí, no siento pueda aguantar sin un poco de fricción en mi clítoris al menos. Muevo mis caderas hacia él, pero me agarra con fuerza para que no pueda moverme.

—Quieta gatita... yo decido cuando tocarte y como lo hare.

Suspiro, pero asiento entendiendo. Todo un macho alfa, uno que solo sabe dominar, para mi suerte. Por que ante el soy toda una sumisa.

De repente siento que se aleja y intento mirar a donde fue sin moverme de mi posición. El no tarda en volver a aparecer. Quiero verlo, pero me obligo a pegar el mentón en el colchón.

—No te muevas nena.... Para mi suerte logre encontrar mi única corbata — esta vez me confunde. Pero mi duda es contestada el por que la corbata cuando el me la pone frente a los ojos y lo ata alrededor de mi cabeza dejando mi visión en total oscuridad.

Esto se está poniendo interesante.

—Serás buena para mi ¿verdad?

—¡Si! — mi respuesta es casi inmediata.

El besa mi espalda repartiendo besos descuidados e incluso puedo sentir su sonrisa de satisfacción. Entonces comienza a bajar, besos en mis glúteos, en mis muslos. Mi respiración se vuelve entrecortada con la anticipación.

—No tienes permiso para hablar nena ¿Okay? — asiento apretando los labios deseando que se apresure —No olvides respirar — siento su respiración en mis pantis —y gemir para mí.

Imaginas Teen WolfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora