Camino con Theo a mi lado, la mesera nos acompaña hasta nuestra mesa. Al sentarme lo volteo a ver de nuevo y veo que sus ojos siguen fríos y distantes. Esta enojado, es un celoso sin control. No quise enojarlo apropósito, pero su enojo significa algo.
Castigo, un delicioso castigo.
El sentado a mi lado por fin siento un poco de contacto cuando su mano toca mi muslo aprovechando el vestido que llevo puesto. Su mano aprieta con algo de fuerza, una señal de lo que esta a punto de venir.
Cuando el mesero llega para preguntar por nuestro pedido es el momento en que empieza, su mano va directo a mi ropa interior, no duda en hacerla a un lado y sus dedos comienzan a jugar con mis pliegues en especial con mi clítoris. El empieza a hablar con el comentando el menú y lo mejor que yo puedo hacer es ver el menú en mis manos mientras reprimo cualquier movimiento raro o gemido imprevisto. Sin embargo, el sigue sin piedad dado círculos lentos en mi punto de placer.
—¿Ya decidiste que comer cariño? — pregunta dirigiéndose a mí.
Asiento
—Una pasta Alfredo para mí por favor — manejo en hablar, pero sale un poco tímido e inseguro.
El mesero asenté y se largo lo que me permite acomodarme cerrando mis piernas con fuerzas intentando detener su estimulación.
—Theo
—Theo nada, sabes muy bien a que se debe esto, solo espero esta vez recuerdes no volver a dejar que otro hombre te toque
—Yo no permito a nadie más que tu tocarme
—Lo de esta mañana no parece coincidir
—Es un compañero ... solo me abrazo por que paso con diez la clase de geometría
Su otra mano hace que vuelva a abrir mis piernas y ahora dos de sus dedos están dentro mío entrando y saliendo de mi en un ritmo tranquilo pero tortuosa. Para las otras persona pareciera que solo tiene la mano en mi pierna, pero en realidad esta explorando todo de mi en este restaurante.
Mis muslo empiezan a tener un ligero temblor por la necesidad y él lo nota.
—¿Ansiosa cariño? No creo te merezcas una recompensa todavía
Mi primer instinto al sentir el conocido nudo de sensaciones acercarse bajo mi mano a la suya apretando su brazo con fuerza y necesidad. Lo quiero, lo necesito. No es que quiera detenerlo, pero sostener su brazo con fuerza de alguna manera evitando que de un show en un lugar lleno de personas.
—Sabes lo que tienes que decir si necesitas que pare.
La palabra frambuesa vuelve a mi mente, nuestra palabra de seguridad si en algún caso él se está sobrepasando conmigo. Debo hacer todo lo que el pida, sin en cualquier momento el hace algo que esta cruzando mi raya de seguridad o comodidad debo decirla. Pero ahora no quiero, lo estoy disfrutando demasiado incluso.
Entonces, el detiene sus movimientos y saca los dedos de mí. El aturdimiento que estaba teniendo hace un momento se detuvo y me cuesta un momento recuperar. Lo veo confusa y deseosa.
El prosigue a chupar sus dedos empapados de mis fluidos sin disimulo y luego se levanta.
—Si quieres que acabe con lo que empecé, al baño de hombres tercer baño — es lo único que él dice para después desaparecer en dirección a los baños.
¿Es enserio que eme hará entrar a los baños de hombres?
Suspiro ansiosa, enojada también. Este juego sucio de el a veces me hace cruzar mi área de confort. Pero también es algo que disfruto. En especial los increíbles orgasmos que solo él sabe darme.
Solo pasaron dos minutos y ya estoy caminado a los baños. Agradezco mentalmente a que nadie esta cerca mientras entro en el baño. No hay nadie, camino al tercer cubículo y al entrar el está parado viéndome satisfecho.
—Buena chica — me dice depositando un beso en mis labios y luego haciéndome dar media vuelta para estar de espaldas el —Debe ser rápido amor, o se nos helara la comida.
En el momento en que escucho como de desabrocha el cinturón quise chillar de felicidad, pero solo hice lo que me pide y me inclino dándole mejor acceso. El levanta mi vestido y vuelve a hacer aun lado la ropa interior. Despacio entrar en mi dejándome acostumbrarme a su longitud.
Solos unos segundos basto y comenzó y embestir con fuerza y sin piedad. Esta es mi posición favorita, puedo sentir sus polas chocar con mi clítoris mientras entra en mi con potencia llevándome cada vez mas cerca al punto de éxtasis.
Debo sostenerme con la pared frente de mi pero además de eso mi cuerpo solo lo esta tocando a él. Hay suficiente espacio para los, lo oigo gruñir lo puedo imaginar con sus ojos brillando con su lobo tan desesperado por tener el clímax y volver a marcarme. Una de su mano suelta mi cintura y me toma el pelo jalando del hacia atrás haciendo que me arquee más. Ahora los siento chocando en mi punto G y estoy demasiado cerca.
—Esa es mi chica buena — solo es y unos empujes mas basta para tener mi orgasmo sin poder contenerlo más. El me sostiene con fuerza mientras me deshago en éxtasis mientras el sigue penetrándome sin piedad. Hasta que lo siento venirse, dar unos empujes mas tomando todo de mi asegurándose que todo de el este dentro de mí.
Mi cabeza es como una nube, es mi mejor manera describirlo, no puedo pensar en nada mas que el lo bien que me siento. El me atrae de nuevo hacia el acomodando mi ropa y la de el también. Por último, deposita un beso en mi mejilla.
—Regresemos a nuestra cena amor mío.
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Bueno, he aquí el ultimo cap de hoy. Espero fuera de su gusto. Arriba los daddy issues.
Nos leeremos pronto personitas bellas. XOXO FADUA.
