Quien están en la entrada de mi casa ambos viéndome con reprimiendo y brazos cruzados que me sugieren que e metido la pata.
—Hola... — digo intentando romper la tensión y que ellos digan algo además de solo mirarme.
—Estas en problemas coqueta — habla Theo
—Muy en problemas
—Mierda — solo con lo que han dicho se que ya se dieron cuenta. Intento cerrar la puerta en sus caras y correr a mi cuarto pero obvio sus reflejos son mas rápidos y entran detrás de mí.
Intento ser tapida pero unos brazos me rodean. Agradezco internamente que mis padres no están en casa por que todo mis quejidos y gritos para que me suelten mas el forcejeo que hemos hecho traería atención. Soy lanzada a la cama con Brett encima mío sosteniéndome para que no escape.
—Por favor, yo no les hice nada malo — pido.
—¿Nada malo nena? — cuestiona Theo con ironía acercándose a mi rostro —El acostarte con ambos jurando ser solo nuestra mientras tienes a otro ¿no te suena a algo malo?
—Bueno...
—Amárrala — ordena Brett ante mi corta respuesta.
Ambos están molestos y por como Theo me amarra del las muñecas con su cinturón significa algo a lo que creo no estoy preparada.
—Chicos
—No nena, hoy no te queremos oír hablar — me calla Brett
—Solo gemir — Theo termina de atarme y le dice a Brett que me de vuelta, en el momento que estoy boca debajo de mi cama siento un azote en mi trasero que provoca que grite y gima.
—Bien amor, tienes dos opciones, dejas que te disfrutemos los dos al mismo tiempo regalándote la mayor cantidad de orgasmos, o solo yo no volvemos a hablarnos y fingimos que jamás tuviste nada con ninguno de los dos — propone Brett
Mi silencio parece algo largo mientras maquino las desventajas y desventajas
—Habla o calla para siempre — dice masajeando mi piel que debe estar poniéndose rojiza por el azote.
—Lo hare
—¿Qué dijiste amor?
—Acepto el primer termino
Puedo imaginar la sonrisa en sus caras, no imagine que les excitaría tenerme los dos al mismo tiempo.
—Que buena niña — me alaga Theo dándome otro duro azote que provoca salte en mi lugar pero sienta las cosquillas del dolor ir directo a mi clítoris.
Soy levantada en los brazos de mi primer torturador Theo quien me ayuda a poner mis manos amarrados detrás de su cabeza de esa manera mis brazos lo rodean dándome estabilidad mientras me pone encima de él.
De un movimiento brusco ambos empiezan a romper mi pijama en el que me por último rompen mi ropa interior. Veo las claras intenciones de que se va a introducir en mi así que pregunto.
—¿Condón?
—Compraremos la pastilla amor — me asegura Brett
Acepto la condición y dejo que Brett me ayuda a subirme encime de la erección de Theo sintiendo cada centímetro que va invadiendo mientras entra en mí.
—Eso es amor, móntalo quiero ver lo que le hacías cuando no estabas conmigo
Gimo siguiendo sus órdenes, moviendo mis caderas a un buen compas donde veo las reacciones en el rostro de Theo. Ya se como le gusta así que no pierdo tiempo y comienzo a adquirir velocidad luego relajar para seguir montándolo otra vez con mas fuerza. Brett en cambio se dedica a vernos mientras se masturba, intento que se acerque pero solo quiere ver así que le doy un show que ver. Me vengo una vez en el camino de que el también se corra pero por su mirada siento está cerca.
—Nena, más lento — me pide Theo
—Mas rápido — ordena Brett
Decido por ir mas rápido, Theo intenta contenerse ante el placer pero sus ojos se vuelven azul brillantes así que doy los últimos sentones logrando que se vuelva loco y tenga que salir de mi terminando el trabajo con su mano provocando que el semen caiga en mi abdomen.
Es el turno de Brett así que el me toma en sus brazos colocándome encima de el mientras Theo termina de recuperarse. El se mete dentro de mi sin pudor y ahora es el que tiene el control. Es lo que me gusta de los dos. Theo me deja tener el control, en cambio Brett lo toma como si el control siempre fuese suyo.
Nos cambia de posición, yo sobre la cama y el encima mío. Comienza a bombear en mi que parece que va a romper la cama y a mi en dos. Pero cada penetración es fascinante en como si supiera justo en donde darme y vieras las estrellas. Soy invadida por el placer ante mi tercer orgasmos creo... ¿Cuántos orgasmos llevo?
No importa cada uno es tan intenso como el otro.
Brett no para sus movimientos mientras sigo con los efectos del orgasmos hasta que el esta lo suficientemente cerca para salir de mi y terminar el trabajo lanzándome su esperma al igual que Theo.
Mi corazón late a mil, mis piernas tiemblan como gelatina y ambos chicos siguen viéndome como su postro.
—¿Mas? — me preguntan al unisonó.
—Mas — confirmo.
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