Scott Mccall es tu mejor amigo y te pregunta si puedes practicar con él ya que eres buena en el lacrosse y estás un poco enamorado de él. Pero lo tratas como un amigo. El se ubico como portero y tú el tirador tenías que atraparlo tus disparos.
Pero le diste una advertencia.
-Sin poderes de hombre lobo McCall.
Él solo sonrió y te señalo que te apresuraras a empezar a disparar.
Disparas pero siempre la atrapa irritandote; entonces ves sus ojos brillantes amarillos.
-¡Te dije que sin poderes de hombre lobo!
Gritaste y caminas hacia él y lo golpeas con el palo de lacrosse, el esquiva el golpe y te obliga a caer, él cae sobre ti, su rostro a centímetros de los tuyos. Sus respiraciónes se mezcla, él sonrió y se inclino lo suficiente para que sus labios tocaran los tuyos.
-Me gustas- sin pensarlo te beso, le devuelves el beso tus manos alrededor de su cuello entrelazaron tus dedos en su cabello sedoso jalando un poco haciendo que un gemido se ahogara en tu boca. Se separan por la falta de aire el seguiste mirándote al igual que tu.
-También me gustas- él te sonríe y se inclina para besarte otra vez.
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