Peter Hale +18 - ¿Me extrañaste?

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—Eh vuelto a casa Florecita — escucho la voz y luego la puerta cerrarse.

Me congelo en mi sitio, escucho atentamente los pasos que se van acercando. Pueda que este imaginando. Tome mucho alcohol anoche ¿la resaca puede hacerte alucinar?

—Amor

Escucho otra vez su voz y doy lentamente vuelta con la taza con café en mis manos. Y mis ojos encuentran los ojos azules de ese hombre. Y mi mundo se derrumba, pero al mismo tiempo se une.

Y no soy consiente cuando la taza cae al suelo hasta que el dolor del café caliente en mis pies desnudos me devuelve demasiado rápido a la realidad.

Doy un brinco y me quejo del dolor, en cuestión de segundos el me toma en sus brazos evitando que me cayera. Y es ahí donde me doy cuenta que si esta aquí. Es de carne y hueso.

No tengo tiempo de decir una palabra para cuando él me está llevando hacia el baño, me sienta en la mesilla donde están los cepillos y toma un trapo húmedo y lo pasa por mi piel irritada. El se da cuenta del pedazo incrustado y con mala cara con cuidado lo retira y tapa el sangrado con la toalla. Entonces voltea al gabinete al lado y al abrirlo saca una pequeña venda y crema desinfectante, lo que usa para mi herida.

—Vuelvo y tu te lastimas. Yo esperaba una bienvenida... con menos ropa hubiera sido asombroso.

Permanezco sin decir una palabra, mis ojos solo siguen su rostro. Es igual a él ¿pero es él?
Sabe dónde están las medicinas claro que es el ¿no?

—¿Por qué me miras así florecita?

Sus ojos ven directo a los míos.

—Tu, tu ... estas muerto — las palabras salen a duras penas de mi boca.

—Bueno... la muerte no es rival para mi querida — y es ahí donde la ira vuelve a mi y mi mano se estrella contra su mejilla.

—Eso es por morirte — lo alejo y camino de vuelta a la cocina.

—¿Es enserio? — tomo la escoba y el recogedor — No, no, no, te puedes herir otra vez — dice volviendo a mí y quitándome los elementos de la manos.

—Debo recoger este desastre — digo, queriendo evitar voltearlo a ver por lo que miro el piso derramado de café.

—El lugar ya es un desastre — dice viendo el apartamento —Que recuerde tu eras la mas ordenada de lo dos.

Ruedo los ojos y camino a la habitación, pero él se pone enfrente.

—Ahora debes explicar

—¿Explicar qué?

Su mirada va a la camiseta que llevo.

—Esa camiseta nunca fue mía, y ese olor tampoco es mío.

Apretó mis labios juntos, una parte de mi quiere decirle y dejarlo ahí y la otra parte quiere explicar todo.

—Es la camisa de un stripper — mi orgullo gana y al lanzar la bomba y trato de seguir mi camino, pero él se opone.

—¿¡Un que!? —Su tono de voz comienza a elevarse.

—Lo que escuchaste — enarco una ceja manteniendo el contacto visual.

—¿Por qué mierdas tienes la camisa de un stripper?

—Eso te lo diré cuando me digas como es que sigues vivo — su mano trata de tocarme, pero la bateo.

—Contesta mi pregunta primero

Imaginas Teen WolfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora