Brett Talbot +18 - Exquisita

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Advertencia +18


La noche oscura

La luna en figura de una sonrisa invertida ilumina aun bien las calles mientras camino con Brett jalándome hacia el estacionamiento.

—¿A dónde me llevas bicho? — pregunte tropezando al siguiente segundo, pero con sus increíbles el fácil me atrapo y me ayudo a estabilizarme.

—¿Confías en mí? — pregunto. Una tonta pregunta.

—Claro que si

—¿Para todo? — ahora su tono es más lujurioso.

—Para todo — asegure perdida en su mirada ahora sus ojos mas dilatados.

—Muy bien, así me gusta.

Corrimos los dos hasta estar en medio de dos autobuses. Mire alrededor confunda pensando iba a ver algo, pero no. Solo éramos él y yo.

—¿Sabes por que estamos aquí? — lo escucho preguntar detrás de mí, su boca al lado de mi oído con su voz cada vez mas grave.

—¿Vas a violarme? — ríe sobre mi oído acariciando sus labios en el lóbulo de mi oreja.

—No es violación con consentimiento ¿Verdad?

Lo siguiente que sentí fuero sus manos pasar por mi cintura e ir bajando poco a poco.

—Ese vestido blanco que traes hoy es un poquito corto... — lo escucho gruñir casi pongo mis ojos en blanco —Me encanta como se te ve.

Ahora su mano encontró una ruta hasta mi muslo y lo apretó. En este punto comencé a sentir mis pliegues comenzar humedecerse.

—Voy a preguntar solo para tener tu consentimiento — cerré los ojos dejándolo hablar sobre mi oído mientras me recargaba mi espalda sobre su pecho por que no creo poder mantenerme de pie —¿Me dejas cogerte aquí, justo ahora como yo quiera?

Suspire de placer solo con la idea

—Si — asegure sin dudarlo.

—¿Vas a dejar que te haga toda mía?

—Si — me di vuelta y me lancé a besarlo. Si seguía hablándome de esa manera no iba a durar mucho.

Ahora sentí su mano en mi cuello y nos separó pegándome de espaldas a lo que deduje rápidamente a un autobús.

—Ya veo me deseas como yo a ti... solo no estoy segura que mas de lo que yo lo hago.

No es nuestra primera vez, pero su toque en mi piel y su manera de hablarme tan sucia alteran mi ritmo cardiaco al igual que la primera vez.

—Levanta una pierna para mí.

Obedecí, el de inmediato la tomo levantando lo mejor que podía, con una mano sostenía mi pierna y con las otra comenzó a bajar desde mi abdomen hasta encontrar mis patines. Trazando el borde con sus dedos de manera lenta y tortuosa ya que mi clítoris ya estaba hinchado deseoso de su toque.

El siempre era así, le gustaba calentarme hasta saber que me estaba llevando al borde.

—Así, esa manera en la que me vez me encanta — su voz baja y grave me ponía a mil — ¿Ya estas mojadita para mi princesa?

Mordí mi labio dando evidencia a la respuesta.

Sus dedos pasaron debajo de la tela que los separaba de mis partes y su toque suave y gentil pasando entre mis húmedos pliegues. Se le habría al sentir mi humedad envolviendo sus dedos. Ver como arrugaba la cara entre abriendo su boca me hacía gotear aún más. Mordí mi labio aún más fuerte evitando hacer algún ruido.

—Tan caliente y mojada para mí — de repente metió de golpe uno de sus dedos.

Abrí la boca buscando por aire ante la repentina sensación.

—Vamos mi amor, quiero escucharte gemir para mí.

Su movimiento tomó más velocidad y fuerza y me estaba siendo muy difícil no hacer ruido. Pequeños gemidos salían de mi boca. Cerré los ojos concentrándome en sentir como salían y entraban sus mojados dedos en mí.

Sentí su respiración cerca de mi boca, mientras gemía sobre ella y trataba de besarlo, pero perdía la concentración con las maravillosas y placenteras cosquillas en mi centro.

Metió otro dedo y chille al sentir como me habría más, las sensaciones más fuertes, más placenteras.

No era suficiente para mí todavía.

—Mas — pedí entre jadeos.

—¿Mas que, que quieres princesa?

Tuve que tomarme unos segundos para responder.

—Te quiero a ti, necesito sentirte a ti

—¿Necesitas mi pene?

—¡Si! — chille.

Sus dedos salieron de mí y me queje ante la falta de ellos. Pero luego vi ahora como sus manos desabrochaban su pantalón. Me quede viéndolo agitada mientras sacaba su gran pene erecto y gordo por mí. Lo acerco a mi entrada y lo masajeo entre mis pliegues empapándolo de mí.

—Mírame

Abrí los ojos encontrándome con los suyos.

Y comenzó a entrar en mí, su pene abriéndome completa.

—¡No cierres los ojos mírame!

Volví abrirlos

—No dejes de mirarme, quiero ver como te corres sobre mi pene erecto

La simple idea me puso más excitada y comencé a gemir mas fuerte mientras sus embestidas eran mas y mas fuertes, lo metía de golpe lo mantenía ahí unos segundos y volvía a acelerar metiéndola y sacándola rápido y fuerte como un animal.

El nudo en mi vientre se sentía cada vez más difícil de contener.

—¿Te vas a correr?

Pregunto y me limite a asentir mientras seguí viendo sus hambrientos ojos.

—Hazlo córrete para mi princesa

No tarde en seguir la orden y mis paredes se contrajeron y apretaron su pene liberando mi húmedo éxtasis sobre él. El siguió dando unas embestidas más sobre estimulándome cuando lo sentí tensarse y su liquido caliente llenarme.

Nuestras agitadas respiraciones se combinaban mientras seguíamos viéndonos a los ojos.

—Exquisita como siempre — sonreí y el procedió a besarme.





Aquí lo tienen mis pequeñas pecadoras. Espero lo disfrutaran mucho. Regálenme un voto si fue así, si no es mucho pedir. Gracias por leer. Cualquier comentario es bienvenido.

Cuéntenme ¿Cuál es su libro +18 favorito?

Por fin entre a vacaciones así que tendré mas tiempo para publicar, espero pronto nos leamos. Un beso a todos, cuídense.

XOXO FADUA 

XOXO FADUA 

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