Liam - Te pido que me escuches II +18

8.4K 374 53
                                    


Asentí con la cabeza y una vez su boca y la mía conectaron sentí me perdí en la sensación. Los besos húmedos comenzaron a avanzar de poco a poco de suave a salvaje. El ambienta cambio a caliente ardiente.

—Liam — lo llamo entre el beso.

—¿Hmm? — su mano viajo a mi cintura acercándome mucho más a él.

—Mi mama va a volver a cualquier momento

—Un rapidin hermosa, por favor, como la vez pasada

Se me escapa una pequeña riza.

—¿Un rapidin? — su mano acaricia mi mejilla y juega con los pelitos detrás de mi nuca.

Toma el cabello de mi nuca, jala ligeramente besando mis labios de manera posesiva.

Mis manos pasan de sus hombros a su pecho desabotonando su camisa.

El procede a meter sus manos en mi pantalón de pijama, desliza la tela del pantis y meter un dedo con facilidad por la humedad que incrementa entre mis piernas. Se me corta la respiración, sus ojos están dilatados viendo los míos. Yo muerdo mi labio sin romper contacto visual.

Su dedo entra y sale, entra y sale, sus movimientos aumentando velocidad, mis piernas se vuelven débiles, siento mi orgasmo avecinarse y me concentro para experimentarlo lo antes posible.

Pero Liam al darse cuenta no me lo permitió.

—Todavía no hermosa, espera a que este dentro de ti.

Me recuesta rápidamente en la cama, toma entre mis piernas. Lo veo con una sonrisa nerviosa mientras desabrocha su cinturón. Un punzada en la cabeza sigue pensando que mi madre no esta lejos, el supermercado esta a treinta minutos, lo que da una hora de ida y regreso. ¿Cuánto tiempo detendremos restante?

—Concéntrate en mi nena — la voz de Liam me regresa a mi habitación con él entre mis piernas.

Ahora con su pantalón desabrochado se vuelve a colocar sobre mi sus labios encontrando camino en mi cuello encendiendo mi lujuria con sus caricias.

—Prométeme que me golpearas si vuelvo a alejarte — me pide susurrando en mi oído. Lo veo un poco confusa, pero con diversión digo.

—Con mucho gusto.

Se le forma una bella sonrisa maliciosa y baja su mano para sacar su erección y mi boca se hace agua.

—Dime que siempre estarás a mi lado — me ayuda a quitarme el pantalón de pijama, y hace mis pantis a un lado acercando su pene dejando sentirlo muy cerca pero aun lejos de lo que quisiera.

—Siempre — me esta faltando aire por la necesidad de sentirlo más.

El sin avisar comienza a penetrarme, su pene abriéndome hasta que esta completamente grande. Casi olvido lo grande que lo tiene.

El besa mis labios apaciguando mis sonidos de placer mientras comienza a acelerar de manera mas fuerte sus penetraciones, pero se que puede darme más.

—Mas lobito, dame más — exige.

—¿Segura?

—Si, quiero mi hombre lobo.

Cierra los ojos sin detener sus movimientos. Siento si agarre en mi muñeca sobre la almohada apretar mucho mas fuerte, el gruñe y mi cuerpo comienza a recibir mas corrientes placenteras con sus duras penetradas, son tan fuertes que provoca mi cama se mueva de manera brusca.

Levanto mis caderas intentando recibir mas y mucho mejor, el placer es embriagante tanto que me hace poner los ojos en blanco. Mi respiración se vuelve cortante por mi orgasmo avecinándose.

Veo los ojos de Liam, mi parte favorita de esto es ver sus ojos lobunos mientras me penetra sin compasión.

Su mano deja mi muñeca y pasa a apretar la almohada lo que me indica que también está cerca.

Veo su cabeza girar un poco y ver hacia la ventana, pero luego vuelve a mirar. Se que escucho el auto de mi madre a kilómetros de distancia.

—Imaginas que pasaría si tu madre entrar por la puerta en este momento y viera lo que te estoy haciendo.

Diablos eso me éxito mucho por alguna razón.

—Nena... — su cadera comienza a desacelerar un poco, pero sigue con la misma intensidad intentando contenerse. —Córrete conmigo, en 3...— aprieto las sabanas por que ya estoy lista para liberarme, pero sigo recibiendo incontrolable placer mientras aguanto las ganas de correrme —2... — escucho la puerta del garaje y muerdo mi labio —1.

Nos corremos los dos juntos. El besa mis labios y luego besa mi mejilla para después separarse. Hubiera preferido más de su besos, pero ya no hay tiempo. El corre al baño y vuelve con toallas húmedas, me ayuda a limpiarme y reacomodar mi ropa interior. Me apresuro a ponerme de nuevo mi pantalón de pijama. Nos sentamos a la orilla de la cama ambos, el toma mi mano compartimos una mirada de complicidad y deposita un beso en mi frente.

Justo a tiempo mi madre abre la puerta de mi habitación con una bolsa en una de sus manos.

—¿Cómo están?

Le sonrió.

—Genial.









¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Imaginas Teen WolfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora