Paso una semana desde que Theo se me declaro, más allá de imaginarlo no pude creer que en realidad ahora estámos juntos. No hemos tenido una primera cita oficial pero eso esta apunto de cambiar.
Conociéndo a Theo no creo que el tenga la idea de una cita totalmente cursi así que elegí un outfit un poco mas casual pero sin perder el estilo. Unos vaqueros, camisa roja formal y unas zapatillas que combinan.
Terminabas tu maquillaje cuando alguien toca el timbre, bajaste a abrir y encontraste a Theo con ropa formal y una chaqueta. El se tomó un momento para admirar tu aspecto.
—¿Lista?— pregunta sonriente.
—Si claro.
Salimos de la casa y me sorprende ver que el subia a una moto que de inmediato reconoci.al ver que el subía a una moto que de inmediato reconosiste.
—¿Iremos en la moto de Scott?
—Si.
—¿Cómo lograste que te la prestará?
—Le hice un favor, ahora sube— le sonreiste ante de subir a la moto y enrollar tus brazos en su cintura.
—¿Adonde tienes planeado llevarme?
—Lo sabrás cuando lo veas.
El arranca la motocicleta y aprovecho todo el camino para descansar mi menton en su hombro y poder inhalar su aroma tan cautivante.
Sin siquiera darme cuenta ya habíamos llegado, Theo apaga la moto y me ayudo a bajar.
—¿Que hacemos en tu casa?— No contesto y tomó tu mano guiándote a algún lugar.
—¿Theo?— tu pulso se aceleró y tus manos comenzaban a sudar.
—¿Theo a donde me llevas?— el noto mi preocupación y jalo de tu mano pegandote a el, poso una de sus manos en mi cintura y otra en mi mejilla.
—¿Confías en mi?— dudaste al principio pero al final asentiste, volvió a tomar mano y te guio al sótano tus nervios volvieron.
—¿Theo?
—(T/N) he tenido los mejores momentos de mi vida contigo y no puedo imaginarme si no estas a mi lado pero para un eso pase debes saberlo todo.
—¿Pero de que hablas?
—No me molestare si sales corriendo.
—¿Theo?— el miedo recorria mis venas. El dio uno pasos atrás mientras me miraba con miedo, cerró los ojos un momento y su rostro comenzó a cambiar, cabello crecía de el y cuando abrió sus ojos cambian a un amarillo brillante. Contuve la respiración mientras miraba su nuevo rostro.
—No tengas miedo porfavor, no resistiría que desde ahora me mires con miedo en los ojos pero es peor tener que ocultarte este secreto a la persona que amo— dio pasos acercándose como si tuviera miedo de mi siguiente reacción.
—Eres un hombre lobo— el asiente confirmando lo que dije.
—¿Tienes miedo de mi?— se acercó más, trague saliva tratando de desenredar el nudo en mi garganta.
—Admito que esto me tomo por sorpresa pero no lo haría... pero sabía que algo inusual ocurría en este pueblo— mis palabras le dibujaron una pequeña sonrisa.
—¿No vas dejarme?
—No te dejaría aunque fueras la momia de Tuntakamun.
—Tomare eso cómo un cumplido— una risita se escapó de mis labios y cuando lo volví ver los ojos se habían tornado denuevo a sus hermosos cautivantes ojos verdes azulados claros para luego unir sus labios con los mios.
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