Scott McCall +18 - Dominante

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Disclaimer: Este capitulo contiene temas como el BDSM, si de alguna manera no les agrada aconsejo no lean el capítulo. Y si son menor de diez ocho años, pero todos sabemos que eso les vale madre. Espero disfruten la lectura.





Scott

Ver la marca en su cuello de mi mordida marcándola como mi mate me excita de sobre manera.

Todo en esta mujer me encanta y me enloquece; es solo que su maldito hobbie de ponerme celoso le divierte mucho. Por que sabe lo que pasara después. Se nota en la sonrisa que tiene al acariciar el brazo de Isaac. Ella sabe que la estoy viendo lo que me irrita más. Vuelvo puño mis manos y cruzo los brazos conteniendo mis impulsos.

El lado negativo de ser un hombre lobo es lo fácil que llegan las emociones fuertes.

Yo y ella lo sabemos, por este tipo de acciones hay consecuencias.

Llega el fin de la reunión y solo decido tomar su mano despedirme de sus amigos y subirla a la motocicleta. Aun sin dirigirle la palabra, pero sigo estando tranquilo... por ahora.

Al llegar la ayudo con su bolso y al entrar lo deposito en la mesa de las llaves. Es ahí donde hablo de nuevo.

—Es hora del ocaso

Son las únicas palabras que necesito, para que ella me de una mirada tierna y callada. Pero detrás de esa angelical mirada hay pura perversión. Ella no necesita que diga algo mas por lo que va directo a la habitación. Yo primero voy al refrigerador y tomo agua fría para calmar el impulso de solo amarrarla a la cama y follarla como si no hubiera mañana.

Me quito la camisa y subo deprisa la escaleras para entrar a la habitación. Y ahí esta ella, sentada en la cama solo con ropa interior puesta y mira hacia abajo.

Es lo interesante del tipo de relación que nos gusta practicar en lo sexual. Relación BDSM.

Decirle las simple palabras como es hora del ocaso y sabe que es hora de jugar, ocaso donde el sol se oculta y la oscuridad brota. Por eso elegimos esa frase.

Me acerco y le acaricio el rostro haciendo que levante la mirada y me vea.

—¿Sabes por que voy a castigarte? — la veo tragar saliva y reprimir una sonrisa.

—Si Alpha

—Arrodíllate lobita

Ella obedece y siento mi pecho inflarse en orgullo. Ser la parte dominante no es fácil, para nada. Tener que contenerme a besarla, tocarla por todos lados y enterrarme entre sus piernas. Pero he aprendido que parte de esto es dominar mis impulsos también.

Y ella siendo mi bella y encantadora sumisa, teniéndome la confianza de entregar su cuerpo a mí. La mejor sensación del mundo.

—Quiero que seas educada y te disculpes conmigo por tocar a otro hombre de manera provocativa.

—Yo no toque a nadie de manera provocativa Alpha — dice con la mirada al suelo, por supuesto que lo niega. Ama sacarme de quicio.

—Tu sabes muy bien lo que hiciste muñeca — me mantengo de pie frente a ella —¿Mereces un castigo por eso no lo crees?

Ella muerde su labio sin decir nada y se que en el fondo se muere por decir que sí. Al no recibir respuesta de su parte tomo su cabella jalándolo obligándola a mirarme.

—Te pregunte algo lobita.

—Si señor... lo merezco.

Sonrió con satisfacción y dejo ir su cabello, con la camiseta que me e quitado decido usarla. La enrollo y con esta la amarro alrededor de su cabeza tapando su vista.

Imaginas Teen WolfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora