—Para ti hermosa — estaba enfrente de mi casillero, muevo solamente los ojos y diviso una rosa a mi lado.
Con dolor en el pecho volteo, cierro mi casillero y lo ignoro mientras camino. Tengo una hora libre antes de mi siguiente clase.
—Hey, Hey ¿A donde vas? ¿Qué pasa? — el se pone enfrente mío evitando siga caminando.
Mantenemos contacto visual, sus ojos azulados hipnotizantes son mi mayor debilidad. Peter es un chico reservado, un lobo solitario. La mayor parte de población femenina en esta escuela está enamorada de él.
Enserio me estaba comenzando a convencer que yo era algo diferente para él, no una chica mas que conquista para quitarse la calentura.
Pero justo ayer en el baño de mujeres, entraron esas dos perras. Aun me duele las costillas. Sus palabras impresas en mi mente.
Para el solo eres una virgen mas a quien puede tener como juguete de fin de semana. Pero recuerda que el siempre vuelve a nosotras.
Intento alejar el malestar en mi estomago y alejarme antes que quiera llorar.
—Nada, solo no es un buen día.
Paso a su lado, nuestros hombros se rozan y el quiere tomar mi muñeca, pero apresuro mi paso. Dejando a el solo en el pasillo.
El resto de las horas van en modo avión. Trato de no pensar en nada, en no hablar, simplemente no hacer nada más que lo necesario.
Llega la hora de la salida y yo me quedo un rato en el baño de mujeres de manera apropósito. No quiero cruzarme con él.
Pasan unos diez minutos y al fin salgo, no hay nadie en los pasillos y aprovecho para ir a mi casillero y guardar mis libros. Pero cuando estoy por acercarme a el levanto la vista y ellas dos están ahí, viendo a mi casillero.
Me acerco lentamente y cuando ellas se percatan de mi me ven furiosas. Una tiene una rosa en la mano, la rosa que Peter quería darme en la mañana, la otra un sobre abierto.
—Pensé que te habíamos advertido
Murmullo ella estampando la carta en mi pecho a lo que alcanzo a tomarla y al leerla dice.
Pequeña caperucita,
Mi corazón da un brinco al leer el apodo que me dice cuando estamos solos.
No se lo que te pasa, pero solo te daré el día de hoy como espacio. Mañana quiero respuestas. Y unos de tus besos.
Una pequeña curva aparece en mis labios. Peter, el reservado y desconfiado Peter. Un malnacido que lastimosamente me encanta.
La carta es arrebatada de mis manos. Lo siguiente que siento es el dolor de la cachetada que atraviesa mi mejilla. En forma de instinto la empujo al ver que se acerca a mí. Quiero golpearla. Pero la otra toma de mi cabello y jala de él tirándome el piso.
Lazo un grito por que justo donde caigo al lado esta las escaleras y mis costillas ya de por si lastimada choca con el borde de estas.
Lanzo un grito de dolor.
Cuando vuelvo a abrir los ojos veo y siento la presencia de Peter enfrente mío. Su rostro cerca del mío, con ojos desorbitados en preocupación.
El veo la mano que esta en mi costilla donde mas me duele. Sin preguntar levanta un poco la camisa. Su mirada se torna aun mas preocupada si es posible, pero en un fragmento de segundo cambia a una de enojo.
Ve detrás de el a las dos chicas.
—¡O se largan de mi vista o les arranco la garganta! — ladra.
—¿Pero, Peter?
—¡No! No quiero repetir que no quiero volver a cruzar palabra con ustedes y que no se metieran con ella — el se levanta caminando a pasos lentos hacia ellas —Dije que con ella no se metieran ¡Si o no! — ellas dan un brinco y temblando asienten.
—¡Largo!
Ambas salen corriendo.
Peter vuelve donde estoy y de inmediato me levanta cuidadosamente en sus brazos. Me quejo del dolor.
—Te llevare el hospital
Niego
—Odio los hospitales
—Lo sé, pero no está a discusión pequeña caperucita.
Comienza a caminar.
—¿Cómo supiste de ellas? ¿Como llegaste tan rápido? — pregunto enrollando mis brazos alrededor de su cuello.
—Eso te lo explicare luego nena.
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Eh aquí el último capítulo del año 2021.
¡Feliz años preciosuras!
Espero disfrutaran la lectura, agradezco con el alma a todas las personitas que siguen pendiente de mis actualizaciones y me regalan un hermoso comentario. Adoro con mi corazoncito.
Los que me inspiran mas a escribir son ustedes. Gracias.
Dios los bendiga y que este año venga con muchas cosas buenas.
¿Cómo pasaron su fin de año? Me encantaría saber.
Si pueden, aunque sea regalarme su voto como mi regalo de fin de año, espero les gustara mi regalo de doble actualización.
Bueno. Aquí me despido yo, nos vemos el siguiente año personitas chulas.
