Despierto, me toma un momento recordar, pero al hacerlo. Intento incorporarme, pero mi muñeca esposada a la cabecera de la cama me lo impide. Reviso mi alrededor y sigo aquí.
Siento el remordimiento, lo que paso, ese no era Stiles y folle con él. Dios que estupidez cometí. Y para empeorar todo... el se corrió dentro de mí.
Jalo de las esposas desesperada pero el sonido de la puerta abriéndose me hace quedar quieta como estatua. dirijo mi mirada y es el, el otro Stiles y lo sé por la forma en que me mira. Me inspecciona por completo antes de empezar a acercarse.
Se sienta a mi lado, pero me aleja, el solo se acerca más.
—Buenos días florecita — incluso en su voz hay una diferencia de mi verdadero Stiles.
Amo a Stiles para mi solo hay un Stiles, pero... eso no cambia el hecho que si disfrute lo de anoche por mucho que me atormente. Y el otro Stiles parece que se da cuenta de eso.
—¿Cómo amaneciste? ¿Adolorida?
Me restrinjo a solo mirarlo, no contestar ni moverme. Eso solo lo hace acercar su rostro a mí.
—No vamos a fingir que nada paso, de todos modos, incluso él ya lo sabe ¿Quieres saber que piensa?
La curiosidad pica en mi lengua, pero no digo no hay necesidad. El solo va a hablar, es de esos quienes les encanta oírse hablar.
—El esta un poco como tú, sorprendido que le guste, enojado por el hecho que te tocara y muerte de celos aun que en realidad fueron sus manos — se ríe sínicamente y luego procede a sacar algo de su bolsa del pantalón, son pastillas de plan b.
Intento tomarlas apenas las veo, pero las aleja justo a tiempo.
—No, no — las tira al otro lado de la habitación — esos ya no serán necesarios, ya tomé mi decisión y la criatura que se formara aquí dentro — el baja sus manos a mi vientre acariciando por encima de la camisa —Sera nuestra, mía tu y el. Y por Stiles, jamás te dirá que no a nada solo es su perfecta oportunidad para por fin estar contigo como lo es para ti. Así que.
Sus manos frías toman mi mentón para obligarme a verlo directo a la cara tan cerca que puedo olerlo y me trae los recuerdos de lo que paso. Sus labios rozan los míos.
—No hay plan b, solo mas de lo de anoche mi bella florecita. Y por el bien de esa criatura, de Stiles y tú. Te vas a portar bien para mí.
El saca unas llavecitas que luego las usa para liberarme.
—Y solo para que quedes convencida... dejare que el vuelva por un tiempo ¿Okay?
El miedo se instala en mis venas, pero asiento, prefiriendo ser mejor sumisa en esta situación. Lo veo cerrar los ojos respirar de manera rara y al abrir de nuevo los ojos ya no esta el Void. Es Stiles, mi Stiles.
Lo primero que hace es ver alrededor y luego presta su atención en mí, me examina cuidadosamente con expresión incrédula. Cuando pensé que iba a estar a punto de reprocharme. En cambio, elimino nuestra distancia y me abrazo con fuerza.
—Te adoro, todo va a estar bien lo prometo.
Fue lo primero que dijo, y eso... me libero un peso de encima de algún modo.
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