—Tu solo ciérralos, y siéntate aquí ya vuelvo ¿okay?
El se quita la chaqueta del trabajo y negando, pero sonriendo se sienta donde le pido y cierra los ojos pareciendo impaciente.
Corro al baño y me pongo las orejitas y desamarro mi toalla de baño para dejarlo aún lado dejándome ahora si con mii traje a su esplendor. Desde esa noche que confeso haber tenido un sueño húmedo conmigo vestida así tuve la meta estas ultimas semanas de hacerlo realidad.
Vuelvo a la recamara donde esta me paro enfrente de él poniendo mi mejor expresión inocente.
—Abra los ojos oficial
Cuando lo hace note que deja de respirar y sus manos aprietan los respaldos del mueble.
—Dios bendito
—¿Te gusta?
Juntando toda la confianza que tengo camino despacio hacia a el lo mas sensual posible y me siento sobre sus piernas. Sus manos viajan a mis caderas rápidamente empujándome contra el con fuerza haciéndome sentir algo duro en sus pantalones.
—¿Eso te parece una respuesta obvia?
Me muerdo los labios moviéndome nuevamente encima de él.
—¿Te vestiste de conejita para mi amor?
—Claro
—¿Y sabes lo que voy a hacerte ahora mismo?
Me acerco a su oído lamiendo el lóbulo de su oreja para después susurra.
—Destrúyame oficial
El no necesito más afirmación que esa para tomarme en sus brazos tirarme en la cama y romper la ropa interior como imagine que lo haría.
—Te ves increíblemente divina.
Se arrodilla rápidamente impactando su boca en mi partes íntimas provocando unas ondas de placer cuando su húmeda boca golpea mis pliegues. Mueve su lengua casi con desespero manteniendo mis piernas en su lugar por mucho que intente cerrarlas por todo el placer que su lengua me da.
—Vamos mi conejita... córrete para mi — su orden me es imposible ignorar cuando entierra su lengua en mi entrada metiéndola lo más que puedo enviándome a lo mas parecido al cielo cuando juego con sus dedos en mi clítoris.
El gime sin separar su boca de mi succionando mi orgasmo pareciendo probar un dulce néctar.
Apenas logro recuperarme del primer orgasmo soy tomada nuevamente en sus brazos ahora cambiando nuestras posiciones. El ahora se acuesta en la cama y estoy otra vez a horcadas sobre él.
—Ahora móntame conejita, tal como te dije en el sueño
El me ayuda a liberar su dura y largo erección volviendo mi boca agua al verla gorda marcada de venas. Mi vagina vuelve a gotear humedad como si nunca hubiera sido saciada.
La punta entra primero robándonos a ambos un suspiro al sentir la humedad y calidad de ambos. Ruego por que el tratamiento para controlar y no quedar embarazada siempre me funcione por que ya no creo volver a follar con el sin condón.
Me dejo caer completa en el sintiendo como cada centímetro me abre camino en mi canal húmeda. Lo repito, y lo repito. Saltando cobre el sintiendo como las orejas hacen cosquillas en mis mejilla y su cara me queda viendo embobado viendo mi cuerpo cada movimiento que hago como nuestras partes chocan entre sí, su pene empapado de mi húmeda hundiéndose en mí.
—Eres perfecta maldita sea — lo oído gruñir y se deja caer totalmente acostado en la cama dejándome a mi misma seguir con cada movimiento cada vez llevándonos a los dos a la punta del placer mas intenso —Mi conejita perfecta.
Unos cuantos saltos mas sobre el mas profundos el sonido de nuestra piel chocando mas evidente hasta que los siento correrse dentro de mi y de inmediato mi orgasmo los sigue.
Me desmorono sobre su pecho, nos quedamos unos minutos así recuperándonos mientras él se mantiene callado, pero acariciando mi cabello. Muevo la cabeza para ver su rostro que sigue un poco sonrojado y me sonrió satisfecho.
—¿Te gusto?
—La pregunta es innecesaria amor, fue increíble.
—Me alegra haber cumplido tu sueño — rio.
—Aun falta mas del sueño que no te e contado, pero podemos recrear justo ahora
Soy tomada otra vez en sus brazos ahora el me gira a la cama quedando encima de él. Sus pupilas se volvieron negras y grandes al volver a repasar mi atuendo.
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