No recuerdo en que momento cerré mis ojos, pero el fuerte olor de alcohol en mi nariz me obliga a despertarme.
La enfermera enfrente mío me mira con detenimiento alejando el algodón de mi nariz al ver que he despertado.
—¿Como te sientes?
Intente hablar y sentí mi garganta seca haciéndome carraspear y ella al agua. Acepto el vaso y ella prosigue a revisarme, saca una pequeña linterna y con ella revisa mis pupilas irritando mi vista despertando un pequeño dolor de cabeza.
— Parece que estas bien solo la profundo herida de tu labio que en unas semanas se curara.
Dejo el vaso a un lado y le agradezco. Ella sale dejándome sola pero la puerta no tarda en volverse abrir, levanto la vista algo nerviosa de volverlo a ver pero lo hago.
Parece no haber dormido, su cabello esta desordenado y aun así se increíblemente guapo. El se acerca despacio y con su mirada busca mi aprobación por lo que yo asiento y cuidadosamente se sienta en la orilla a mi lado de la camilla.
—¿Estas bien?
—Si
—¿Te hizo daño?
—No
Se forma un silencio incomodo entre nosotros el cual yo interrumpí.
—¿Por qué me buscaste?
—Acaso no querías que te salvara - reclamo enojado.
—No pero no entiendo... tu me dijiste que me largara.
No dijo nada solo me miro en silencio como si repitiera la escena en su cabeza.
—¿Scott?
—Solo di te agradezco.
—Te agradezco, pero por favor dame una respuesta — estoy comenzado a colapsarme.
El solo me dio una ultima mirada y se levanto comenzando a irse.
—¡Scott!
Quite la sabana blanca encima de mi y agradezco tener la misma ropa y no una bata. Me levanto y tambaleo un poco pero enseguida corro detrás de el.
—¡Scott!
Lo alcanzo y lo tomo del brazo obligándolo a detenerse.
—No me hagas esto.
—¿Hacer que?
—No me dejes así, al menos dame una explicación ¡Necesito una explicación!
—Esta es la explicación, te salve y punto.
Una lagrima callo resbalando en mi mejilla.
—Sabes que no me refiero a eso.
Me miro con tristeza , sus ojos se cristalizaron pero contenía las lagrimas.
—Lo lamento, no hare esto — dijo para después largarse a pasos rápidos desapareciendo en el ascensor.
Me rindo, el ya no es el Scott que conozco. Entre al baño y lave mi cara tratando de recomponerme. Fui a recepción para que me den de alta y poder pagar, pero por lo visto Scott ya había pagado todo. Se me hizo raro no ver a su mama, de seguro debe de estar en algo importante.
Sali del hospital encontrándome a Stiles y su jeep esperándome.
—Scott me pidió que te llevara a casa.
No dije nada solo me subí en silencio todo el camino hasta llegar a mi casa, le agradecí a Stiles u como pude llegue a mi habitación cayendo rendida sobre la cama.
En la ventana comenzaba a entrar luz del amanecer, hoy decido no volver a clases.
Y así fue no llegue a clases ese día y el otro y el otro hasta faltar casi dos semanas.
Saque del refrigerador un plato con helado y volví a mi habitación arropándome en mis cobijas y volviendo a mi película.
Golpes en la puerta interrumpen irritándome.
—¿Quien es?
Nadie contests pero si entra. Scott entra a mi habitación con la vista en el suelo antes de verme a mi.
—¿Tu que haces aquí?— dije sin emoción.
—No has ido a clases
—Eso no es de tu incumbencia.
—Tu siempre lo eres.
Me levante furiosa.
—¡Lárgate de aquí!
—Necesitaba verte.
—¡Fuera de aquí Scott! — intente sacarlo con mi fuerza que a comparación de que soy humana fue en vano.
—No lo soporte ¿Ok? — lo mire a los ojos.
—Trate juro que trate pero al no poder siquiera verte en los pasillos me aniquilaba — comenzó a acercarse peligrosamente a mi —Extrañe cada parte de ti, tu sonrisa, tu piel, tu olor — intento tocarme.
—¿Por que me dices esto? — intente contener las lagrimas que amenazaban en salir.
—¡Porque te amo maldita sea!
Paso sus dedos por su cabello y suspiro antes de volver a verme.
—Te debo una explicación — lo mire con atención —Te dije todas esas cosas porque necesitaba que me odiaras, que te alejaras de mi.
—¿Porque?
El apretó sus labios y una lagrima resbalo por su mejilla.
—Porque no quiero que pase lo mismo que paso con ella... no quiero perderte como perdí a Allison.
En ese momento deje mis lagrimas escapar.
—No soy Allison.
—Lo se... lo se pero tengo miedo de perderte.
—No me perderás.
Su mano me tomo del y cuello unió mis labios con los suyos devorándome con necesidad, demostrándome que me extraño tanto como yo a el.
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