Peter Hale Joven - Todo va a estar bien

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La mordida es un regalo

La conversación de Derek y Peter sigue en mi cabeza. Las palabras que el dijo. Se que Derek quiere a Paige y aun que para mi no es un secreto el hecho de que ellos son hombres lobo. La duda sigue ahí.

Si es como Peter dijo, para que el pueda estar con ella es necesario que la muerda. ¿Por qué Peter no me lo ha propuesto?

Se que nuestro romance es en la oscuridad, en la escuela lo odian aun mas lo harían mis padres. Pero si el dice quererme. ¿Por qué no quería convertirme a mí?

—Hey — levanto la vista al escuchar que me llaman —Caperucita — volteo a ver, pero no lo veo. Procedo a seguir caminando, pero siento una mano tomar mi muñeca y soy arrastrada dentro de un cuarto oscuro. Por el olor a cloro y lavanda lo reconozco como el cuarto de limpieza, y también reconozco el olor de él.

No puedo formular ni una palabra cuando el tiene mi rostro en sus manos y me esta besando como si no nos hubieras cada recreo y tiempo libre. Se separa de mi y deposita un beso en mi mejilla.

—Hola — saluda.

—Hola — lo saludo.

Sus ojos azules me miran con intensidad, esa misma intensidad y cariño que me suele ver a escondidas desde la primera vez que nos besamos.

—¿Pasa algo princesa? — pregunta, supongo que puede oler mis nervios.

—Mmm... no — bajo la mirada, pero él toma mi mentón y me hace verlo recriminándome con esa mirada hipnotizante —Bueno ¿Puedo hacerte una pregunta?

—Claro — confirma tomándome de la cintura y acercándome a él en un cómodo abrazo.

—... ¿Es posible... que yo, sea como una de ustedes?

El semblante de Peter cambia abruptamente.

—¿A qué te refieres?

—...Escuché una parte de tu conversación con Derek cuando quise ir a saludarte

—¿Qué?

—Y la pregunta surgió — su mirada ya no está muy tranquila, pero prosigo —¿Me convertirías Peter?

Toma unos segundos hasta que responde.

—No sabes de lo que hablas

—Pero-

—No quiero tener esta conversación contigo princesa.

—Peter por favor no huyas de la conversación.

—Lo hare si puedo, ese tema no es de tu incumbencia.

—¿Por qué no seria de mi incumbencia? ¿Acaso no dices que me amas, que estarás a mi lado siempre?

—¡Te amo te juro que te amo! Pero no tiene nada que ver.

—¿Por qué? ¿Por qué no puedo ser parte de tu mundo?

—Mi mundo no es para ti.

Miro al suelo para contener las ganas de llorar.

—Eso significaría que tú tampoco.

—...Creo que si — es lo ultimo que el dice para cuando lo escucho alejarse y salir dando un portazo.

(...)

El día pasa y no nos volvimos a cruzar, todo el día tuve un nudo en la garganta. El futuro con el que ayer parecía ser tan concreto ahora parece inexistente.

Terminan las clases sin embargo no quiero volver a casa ahora, le envió un mensaje a mi madre que me quedare estudiando en biblioteca. Y no miento. Es mi lugar seguro, un sitio callado donde puedo ponerme mis audífonos y tratar de no pensar en mi problemas mientras ocupo mi cabeza en algo más como los deberes.

Imaginas Teen WolfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora