Phantasy // COMPLETA

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Capítulo octogésimo noveno
¿Miedo, putito?

A R E S

Emma seguía igual de bonita que el día que la conocí.

Pero, si la conocías desde hace tantos años como yo, sabías y sentías que hacía falta algo.

Estaba bastante claro qué.

Su sonrisa.

La alegría en sus ojos.

Ella era una chica de ojos grises, pero eso no significaba que en esencia también tendrían que serlo. Siempre fue lo contrario.

Ahora parecía que sí.

—En realidad todo comenzó muchísimo antes. Al punto en que Drake nos dejó yo tenía una relación de tres años con él... James y él habían sido mejores amigos de toda la vida, desde que empecé a convivir con él un poco más cuando inicié mi relación con Drake, empecé a notar algo extraño. Una vibra fuerte, pero siniestra. Decidí ignorarlo, hasta hace poco siempre fui una persona optimista, alegre, que le gusta ver lo mejor en los demás. Notaba que buscaba momentos para estar solos, pero no sé... yo aún no quería ver algo raro. Además, yo era de las pocas personas que sabía de lo suyo con Ares. A los dieciséis intenté convencerme de que eran imaginaciones mías, como puede ser siempre.  Una vez intentó besarme, le di una bofetada y él estuvo a punto de regresármela. Se detuvo porque Drake abrió la puerta. No le dije nada a mi novio por tonta. Discutimos James y yo por mensaje esa noche. Pero decidí dejarlo por la paz. Pasó el tiempo, traté de convencerme que fue algo que pasó una vez y por razones tontas, por eso tampoco le dije nada a Ares. No quería partirle el corazón por algo que ni al caso, según yo. El año siguiente fue relativamente tranquilo, nada extraño. Eso sí, no me le despegaba a Drake. Llega mi último año en Belcourt y todo se va a la...

Toma una pausa. Hace una respiración y se queda con los ojos muy abiertos unos instantes.

Después, recupera la postura.

Emma siempre habló mucho. Siempre. Hasta mi padre se lo llegó a decir en alguna de las ocasiones que fue a comer con nosotros. Incluso se lo comentaban mucho en redes.

La diferencia ahora estaba en que parecía consciente de lo que decía, que lo meditaba, no como era lo usual. Que hablaba porque era su talento natural.

Y era algo atrayente así, todo mundo se le quedaba como hipnotizada escuchándola hablar.

Su tono era sobrio. Y eso me dolía. Su porte de cierta manera indiferente. No había rastro de la Emma que yo conocí, de la que se reía todo el día y hablaba hasta por los codos haciéndote reír a ti, a la que le brillaban los ojos y sonreía más que nadie.

—Fue un verano raro. Drake no estuvo la mayoría del tiempo porque estuvo trabajando con Versace. Nos invitó a mi familia y a mí a verlos Nueva York pero por el trabajo de mis padres solo pudimos ir unos tres días. Para ese verano, yo ya sabía que estaba embarazada. Creo que debo hablar de eso, yo sé que me embaracé en su cumpleaños, estoy noventa y nueve por ciento segura de que así fue. El único que lo sabía externo a nosotros era James. Pero lo que yo creo que inició el problema que le arrebató la vida a Drake, porque fue lo que nos tuvo afuera la madrugada en que lo mataron, comenzó en el momento en que el señor Stone decidió que lo mejor sería guardar el dinero que sus hijos ganaban de trabajar en otras cuentas. Que sí, es bastante y es algo responsable si lo ves de algún lado, pero del otro, es su dinero. Drake y yo habíamos tomado decisiones. Queríamos el bebé. Queríamos estar juntos por el resto de nuestras vidas y tener a ese y otros más. Quizá no era la edad apropiada, pero lo vimos solo como que se adelantaron nuestros planes. Decidimos que esperaríamos el primer trimestre por lo menos antes de contarle a nuestras familias, para que no me pudieran hacer abortar. Y que ni siquiera les contaríamos, que nos iríamos a vivir a algún lugar lejos sin decirle a nadie y avisaríamos el por qué. Y no nos podrían hacer regresar porque uno, éramos mayores de edad, y dos, estaríamos casados. James nos ayudó, la verdad. Su papá tiene algún contacto en el registro civil y consiguió que pudiéramos ir en medio de la noche a casarnos. Drake y yo dijimos que iríamos a cenar, cuándo alguien iba a sospechar. Estábamos casados desde una semana antes de que él se fuera a Nueva York. Teníamos eso, pero aún hacía falta dinero, Drake sutilmente intentó conseguir el acceso a su cuenta, pero ni su padre ni su tía cedieron nunca. Sus tarjetas de crédito no eran una opción, dependen de la cuenta de su padre y podría ver todos los movimientos, dónde estábamos y demás. Él comenzó a desesperarse. No me enteré de las cosas hasta que las habían hecho. Él sabía en lo que andaba metido James, porque sí, tiene algo que ver con las drogas, no sé exactamente su función o con quién está afiliado, pero tiene algo que ver. Drake entró, sin decirme nada. A nadie en realidad. Pero como se fue a Nueva York digamos que no alcanzó a hacer mucho. No hizo nada en realidad, solo entró. O eso me dijo. Ahora, volviendo al verano en el que Drake no estuvo, ni Ares tampoco, James aprovechó para empezar a enviarme mensajes sugerentes. Yo embarazada de Drake y él aún intentaba algo conmigo. Rara vez salí ese verano, creo que una o dos veces y a reuniones solo de los Master. James estaba ahí, y me quise ir rápido porque aún intentaba besarme y otras cosas aún. Yo me quise ir temprano esas veces por lo mismo, y él insistía e insistía en llevarme a mi casa. No lo hizo nunca, nunca me sentí cómoda con eso. Una vez me llevó Joseph y la otra vez me llevó el señor Gilmore, el resto de los días los pasé en mi casa, extrañando mucho a Drake. Llegaron por ahí el veintitrés de agosto y desde entonces empezamos a planear cuándo, a dónde y cómo nos íbamos a ir. Quedamos en que aprovecharíamos el próximo fin de semana, la gran distracción que se venía con la boda de Sarah. Obviamente mi familia estaba invitada también, ahí nos íbamos a perder e ir. Mientras tanto, se nos fueron pasando los días. Él y James ahora sí estaban haciendo cosas. No me enteré hasta estar afuera del club. No siempre fue el mismo, E11EVEN no tuvo nada que ver, pero entiendo que lo hayan clausurado durante la investigación. Drake me prometió que en cuanto tuviera suficiente dinero él se saldría, quizá fue estúpido creerle pero lo hice. En una semana tuvo el dinero suficiente, salió todo emocionado del E11EVEN en la madrugada del treinta de agosto. Yo los estaba esperando...