|exínta éxi|

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Capítulo sexagésimo sexto
¿Cómo podía...?


He de admitir que la curiosidad me mega atacó después de que mi hermana y yo nos encontramos en la salida del hotel, pero me tuve que prácticamente morder la lengua hasta el día siguiente.

Muy bonita ella ahí con su ex novio, como si nada.

Papá es el que la mataría si supiera, aunque creo que se lo imaginaría. No es para nada estúpido.

Y era raro porque papá adoraba a Scott muchísimo, pero era la clase de persona que siempre nos dijo que los ex son eso, y que hay demasiadas personas en el mundo como para volver a estarnos "comiendo" lo mismo, lo que ya habíamos tenido.

La verdad, no tengo idea de por qué nos repetía mucho eso, y creo que para entenderlo debería saber su historial amoroso, creo que encontraría la respuesta en ello. Pero papá no hablaba de otra ex pareja que no fuera mi mamá. Pero, él tenía veinticinco años cuando pudieron hacerlo oficial, no creo que haya sido su única novia ni nada parecido.

Quizá tendría que emborracharlo algún día para poder preguntar.

Pero volviendo a Ares y Scott:

-No puedes juzgarla, ¿sabes?- habló Geovanni mientras se volvía a estacionar donde estábamos, no en la entrada, al costado-. O sea, no deberías porque es tu hermana, pero, a lo que me refiero, es a que ellos no terminaron porque quisieron según lo que me contaste.

-Pues sí, pero...

-Cielo, tengo razón y lo sabes.

Solté una risita, y él me tomó la mano después de quitarle la llave al auto.

-Además, me parece bastante natural que se estén buscando.

-¿Tú te andas buscando con tus ex, o qué?

-No empieces de celoso.

Me puso una mano en el codo, me besó la mejilla y después me besó rápidamente en los labios.

Cuando me besaba... no soy de decir groserías, pero: oh, mierda.

Ni siquiera puedo explicar lo que sus besos me hacían sentir.

Y puedo decir: jamás había sentido celos en mi vida.

Pero a este punto, está más que claro que Geovanni llegó a ella para cambiarla rotundamente.

A hacerme sentir cosas que nunca había sentido.

A hacerme mejor persona, a descubrir mi verdadero yo, a ser más auténtico y más real.

A saber lo que es el amor verdadero.

Pero en ese momento, sí que estaba celoso. ¿Era normal eso?
Soy una persona que piensa mucho hasta la fecha, quizá tanto que puede llegar a ser dañino. En uno de esos tantos momentos de pensar, yo mismo concluí que los celos eran un reflejo de la inseguridad personal.

Aunque en esos momentos, yo no me sentía inseguro ni acomplejado, él tiene ese efecto en mí.
Simplemente los celos habían sido como un reflejo.

Y se me notó en la cara, quizá.

-Hey- murmuró antes de llenarme la mejilla de besos.

Uy, y ni siquiera había notado que tenía los brazos cruzados.

-Cielo, cielo- me llamó, pasando sus brazos por debajo de los míos para abrazarme, y seguir con sus besos en mi mejilla-. Joseph. Hey, Joseph.

Me tomó de la barbilla y me besó.

Phantasy // COMPLETAWhere stories live. Discover now