|dekatreís|

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Capítulo treceavo
De estar lejos y aún así lastimar











-Ya, avisé que no iré a trabajar- Jonah dejó el celular en la mesa de noche de su lado de la cama. Rápidamente, acomodó un cojín arriba de la almohada de Sarah, para poner su cabeza.

Se acurruca a su lado, y le toma la mano. Se esforzaba tremendamente para no caerse a pedazos.

-No tenías que hacerlo. Voy a estar bien- suspira ella, ida. Encogiéndose aún más, con expresión dolorosa.

Jonah traga saliva.

-Sí, claro. Cállate- ironiza, para después darle un beso en la coronilla-. Te ves tan radiante.

Después de que Sarah se tomara la pastilla hacía dos días, en realidad, se quedaron esperando. Esperaban que fuera de inmediato. Sarah quería que fuera así, pues no quería que ése suceso limitara más su vida.

Pero no. Durante esos dos días de repente sentía molestia o un corto episodio de dolor, y no había indicios de que sería todo lo que tendría que pasar.

No fue hasta la madrugada del sábado que de verdad todo había comenzado.

-A veces eres tan bueno que me caes mal- murmura ella, con una sonrisa triste. Mira a su prometido primero de reojo, después se gira lo suficiente para mirarlo a los ojos-. No quiero que dejes de hacer tus cosas por mí.

-¿No es lo que tú haces todos los días por tus sobrinos?

Las palabras la golpean. Sarah cierra los ojos, los aprieta, así como frunce los labios. Deja de darle la cara a Jonah, vuelve su mirada al vacío. Él hace lo mismo, pero le acaricia el cabello.

Una lágrima rueda por la mejilla de Jonah.

Pero Sarah no lo nota.

-Cariño, si se consigue otra vez, ya te lo dije...

-Sí, sí, Sarah. Que ése sí- suspira el hombre, apretando más fuerte la mano de su novia-. Está bien.

Eso empezó a calarle en el corazón a ella. ¿Jonah ya no le creía? ¿O él ya no tenía ganas? Él tenía años rogándole por un hijo, pero simplemente no dejaban los anticonceptivos, cosa que él aceptaba casi a fuerzas, en silencio. Así que el que Sarah hubiese quedado embarazada le parecía un milagro. Era una oportunidad entre miles de que el anticonceptivo se rompiera o simplemente la pastilla del día después decidió no actuar.

Sarah suspira.

-¿Qué te dijo mi hermano? ¿Tú qué le dijiste?

-Hablamos por whatsapp. Le escribí, "Sarah no se siente bien, quiero quedarme con ella". Me respondió con el emoji del pulgar arriba.

-Bueno, al menos te respondió. A sus hijos los deja en visto.

-Igual, si me hubiese dicho que no, me hubiera quedado contigo de todos modos. Tú vales para mí más que un día de trabajo.

Sarah voltea a verlo otra vez, enternecida. Se gira completamente para abrazarlo, lo cual, él por supuesto le responde encantado.

Jonah con una mano sigue acariciándole el cabello, y con la otra hace lo mismo con la espalda.

Ella se mantiene rodeándole el cuello.

Personas que solamente los conocieran de vista o que no fueran muy cercanas, se preguntaban mucho cómo es que habían terminado juntos. Sarah se esforzaba en parecer fría y Jonah parecía estar casado con su trabajo.

Phantasy // COMPLETAWhere stories live. Discover now