|enenínta|

111 13 116
                                    

=

¿VOTASTE EN EL CAPÍTULO ANTERIOR?
¿Sí?
Okay, tienes ✨desbloqueado✨ este entonces

.
Capítulo novegésimo
¿Contentos?

A R E S

¿Conocen ese extraño punto medio entre la vida y la muerte?

¿No?

Pues, les diré...

Yo tampoco.

Bueno, sí. Pero me gusta romper el drama justo después de generarlo, ya saben.

A lo que voy es a que sí, ocurrió.

Me disparó, pero James era tan pendejo que la bala solo me rozó el hombro.

Me ardió como nada en esta vida y me rasgó el vestido, pero de ahí no pasó. Empecé a sangrar pero rápidamente alguien que supongo era de primeros auxilios o algo así me puso un apósito.

Joder, lo quemada que estaba en redes no se comparaba con lo quemado que sentía el hombro.

La sangre que me alcanzó a salir, la sentí hirviendo. Y sentía pesadísimo todo el brazo.

Obviamente me dolió (físicamente) como muy pocas cosas en mi vida, pero, al enfocarme en mi dolor, tal cual una metáfora de la vida, no veía la genialidad que estaba pasando.

Finalmente, un oficial le empujó la cabeza con una mano a James, para hacerlo caminar.

Estaba esposado ya.

Su mamá se puso como loca.

Y de repente, me tiró del codo. Del lado lastimado.

—¡¿No te importa haber acabado con su reputación después de todo lo que hicimos por ti?!

Yo en un reflejo me alejé al instante.

Pero con eso tuve para alterarme también.

—No— dije tajantemente.

Esa respuesta no pareció bastarle, me siguió mirando alterada. Y no sé, simplemente no me aguanté nada y aunque su marido ya se le acercaba para que se alejara de mí y mi padre y mis hermanos se acercaban para ponerse frente a mí, como si quisieran protegerme.

—¡Su hijo me jodió la vida! ¡Me la arruinó! ¡Su reputación es lo último que me importa!

—Ares, no vale la pena— intentó convencerme Brandon, poniendo una mano sobre mi abdomen, queriendo hacerme retroceder.

—Maddie, ya— insistió Andrew del otro lado. Después se giró a hacia mí—. Nosotros vamos a cubrir eso— terminó después de prácticamente enviar a su mujer a sentarse, señalando con la mirada mi hombro.

—No necesitamos ni nos interesa nada de ustedes, sólo déjennos en paz— gruñó mi padre.

—Sebastian.

Phantasy // COMPLETAKde žijí příběhy. Začni objevovat