|ekatón eíkosi|

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Capítulo centésimo vigésimo
La vida después del funeral
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¿Por dónde debería empezar?

Habían sido muy pocas veces las que Scott había contado su historia de vida abiertamente. O bueno, esa parte de su vida catalogada como interesante, aquella de los dieciocho años en adelante.

Aún así, quienes se lo pedían o simplemente estaban ahí, se quedaban mirando curiosos cómo él parecía organizar su mente. Nadie sabía si quitaba hechos, acortaba otros, buscaba por dónde empezar o qué era lo que tanto pensaba. Solo era curiosa su expresión, muy diferente a hablar de la muerte de Ares o ella en sí, no parecía traumatizado o roto, si no que era simplemente alguien que estaba pensando mucho.

-¿Después del funeral de Ares?

-Sí, si quieres. O de ese día en adelante.

-La vida después del funeral...- suspiró él-.Es que ese día... no tengo muchas ganas de hablar de eso, pero tengo que hacerlo, al menos de lo que pasó después- en realidad no le estaba explicando directamente a Janett, si no que era más que estaba pensando, analizando y decidiendo en voz alta-. Obviamente el funeral fue durísimo. Hacía casi un año jamás me imaginé que iba a velar a mi papá, y en cuestión de meses estaba velando a Ares.

Él tomó y soltó aire despacio.

-Cremaron el cuerpo al final del día. Y... la verdad, como dijiste, Janett, ese ha sido uno de los funerales más irrespetados de la historia... ni siquiera había tenido oportunidad de acercarme al ataúd. Cuando lo cargamos y lo pusimos donde iba, los mellizos tuvieron hambre y obviamente fui a atenderlos. Intenté dormirlos y fue imposible. Porque yo jamás quise ser ese padre adolescente que deja a sus hijos al cargo de sus padres. Yo soy suy papá, yo soy el responsable...

-Así es, jamás- dijo Chloe, eso apenas fue audible para quienes estaban a su alrededor. Sin embargo, esa sonrisa de orgullo y mirada enternecida era visible para cualquiera.

-... Fue eso de los milagritos y justo luego todo se salió de control y empezó a meterse la prensa y querían hablar conmigo... me rodeaban todos y literalmente me asfixié. Yo me sentí sin aire, y solo se quitaron porque me desvanecí. Duré si acaso dos minutos así, cuando recuperé la consciencia lo primero que vi fue a mi mamá discutir con unos paparazzi con la carriola de los niños, resulta que unos se habían ido directo a querer tomarles fotos, porque claro que ni Ares ni yo habíamos hecho público el que nos habíamos convertido en padres. Es algo que se empezó a rumorar cuando volamos de regreso a Miami, lo ventilaron nuestros vecinos del departamento, y nos captaron en el aniversario de la muerte de Drake con los bebés, pero jamás dijimos públicamente ni que estábamos esperándolos ni que ya estaban aquí, claro está.

-... ¿Tú qué crees, que se hubiera dicho... si lo hubieran hecho público?

-Mierda y media, ¿qué más?

-Oh.

-Pues sí, Janett. Si la gente cercana a nosotros no nos bajaba de irresponsables y calientes. Cuando no, nos cuidábamos muchísimo. Siempre usábamos y revisábamos los condones si es lo que quieres que diga, ninguno supo nunca cómo fue que ocurrió. Y sonará cliché de la gente que pasó por mi misma situación, pero no me importa: no me arrepiento y no me pudo pasar nada mejor en esta vida. No me puedo imaginar la vida sin mis hijos y sin que hubieran nacido cuando lo hicieron. Ninguno supo nunca cómo fue que terminamos esperándolos, pero ocurrió. Es como si ellos hubieran tenido que nacer sí o sí, porque a pesar de todo lo que hizo James a su mamá en noviembre... porque Ares debió haber quedado embarazada en octubre... a pesar de todo, ellos siguieron ahí, sanos y creciendo. A pesar de cualquier circunstancia.

Phantasy // COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora