|ekatón triánta tría|

43 3 6
                                    

.
Capítulo centésimo trigésimo tercero
Los Stone Rhodes V
.

—No hay mucho que haya cambiado sobre el cómo nos conocimos...

—A mí hay algo que me da mucha curiosidad— habló Janett, emocionada, girándose hacia Taylor y Liam—. ¿Ustedes eran amiguitos de siempre o solo por coincidencia estuvieron juntos ese día o...?

—Liam y yo somos mejores amigos desde el día uno que llegué al orfanato— dijo Taylor, y por su emoción parecía que amaba contar esa historia.

—Yo tenía una semana más ahí solamente, tampoco era que llevara muchísimo tiempo — agregó él—, pero sí.

—Yo llegué por la tarde, me acuerdo. Me enseñaron todo el lugar, me dieron las instrucciones... bueno, ¿qué tanto podía entender una niña de tres años? Sólo recuerdo "aquí no puedes ir" y cosas así. Recuerdo que Julieta me dijo cuál sería mi cama y me dijo que era hora de comer, que de hecho los demás no estaban ahí porque ya iban por el postre, pero que podía comer. Yo le pregunté que si habían empezado por el postre y me dijo que no, solo que era un poco tarde. Entonces le pregunté cuál era el postre y me dijo que pastel, que porque era cumpleaños de alguien.

—Ojo, se viene uno de los top 10 momentos más incómodos del anime— anticipó Riley.

—Yo, la niña que no entendía lo que pasaba, saltó feliz gritando: "¿Cómo supieron que es mi cumpleaños?".

—Y ahora se viene una de las top 10 salvadas del anime por parte de Julieta— repitió Riley con la misma emoción.

—Contexto, Julieta es una trabajadora social que nos llevó a ese orfanato a varios de nosotros— añadió Liam—. Nuestros casos en general. Julieta, tócate la nariz dos veces si nos estás viendo.

—Contexto— siguió Taylor con el mismo tono que Liam, riendo un poco—, hacen una visita al mes y a los seis meses de adopción. Y Julieta es muy entregada a su trabajo y nos dio todo un código antes de que nos fuéramos. Antes de entregarte con tu nueva familia, ella te acompaña por tu maleta y a revisar si no dejaste nada y esas cosas que a un niño le pueden pasar. Ahí ella habla contigo de muchas cosas sobre lo que será tu nueva vida y al final te da su súper código. Tocarte la nariz dos veces si ha ocurrido algo que te incomode, abrir y cerrar la mano tres veces si alguien te ha hecho... pues, cosas sexuales, no recuerdo cómo le decía ella.

—Tócate el pecho si te han golpeado. Junta las manos atrás de la nuca si tus padres pelean mucho...

—Esconde el pulgar de una mano si alguien te ha maltratado. Y así, la idea se entendió. Ese es el contexto— sonrió ella, encogiéndose de hombros—. Ya quedando claros los contextos, ella me dijo que solo lo sabían pero también estaban festejando a otro niño. Años después recordé... pues el recuerdo...

—Ay, Tay— intentó reprimir la risa Geovanni, y desató una cadena de esta.

—Pues ni modo que recuerde una canción... ah, no, esas sí se pueden recordar.

Algo que podría hacerse pasar por grillos cantando y luego otra carcajada grupal.

—Qué bueno que vas a ser modelo— rió Riley.

Taylor solo puso los ojos en blanco.

—Recordé el recuerdo de que la escuché hablar bajito por teléfono, preguntando si no había otro pastel— dijo ella, con toda la seguridad del mundo de un momento a otro—. Spoiler: no hubo.

—Acto seguido, un mosquito llamándome ladrón de cumpleaños— rodó los ojos Liam.

—Esperen, entonces, Tay, ¿está bien que te llame Tay?... ¿Entonces llegaste al orfanato  en tu cumpleaños?

Phantasy // COMPLETAWhere stories live. Discover now