|epistolí|

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*No es un capítulo como tal, es la carta de Ares. Pronto les traeré el capítulo, lo prometo, pero primero ocupaba escribir esto y quedó del tamaño de uno.

24 de noviembre del peor año de mi vida, 2016.

No tengo idea de quien seas. En realidad no sabré quién fue la primera, última o única persona que leyó esto. De seguro eres Joseph. Una parte de mí quiere que lo seas, porque es quien quiero que lea mis instrucciones y las cumpla.

Pero primero tendrás que leer mi "explicación" sobre el por qué este papel está cumpliendo su cometido. O no, realmente, repito, no lo sabré. (Porque realmente espero irme de este mundo y no quedarme como fantasma aquí atrapada para ver a todos hacer sus vidas. Es que leí algo cuando comencé a planear cómo iba a matarme sobre cómo ese tal Dios castiga a los que se suicidan, dejándolos en el limbo. Pero hey, él me dio una vida muy mierda si es que de verdad existe, así que creo que podríamos llegar a un trato. Le suelo caer bien a los adultos, o eso creo).

Y si no quieres leer mis miserias, pues ve a la página de atrás. Pero por favor, quien quiera que seas, cumple mis instrucciones, que si no te atormentaré como fantasma por el resto de tus días y no creo que me quieras ver sin maquillaje, ¿o mi fantasma estará maquillado porque morí maquillada?. Como sea, haciéndome caso es la única forma en la que realmente podré descansar, suicidarme será sólo el paso uno.

¡Aguanté hasta los diecisiete!... bueno, apenas hoy los cumplí. Seré sincera: mi primer intento de suicidio fue a los catorce años, cuando empezaron mis trastornos del sueño y la ansiedad fue peor que nunca. O al menos eso creía. Spoiler: se puso peor.

En fin, feliz cumpleaños a mí, al fin voy a morir.

Y cuando digo que voy a contar toda mi vida, es que voy a contar toda mi puta y jodida vida de mierda que no vale la pena en lo absoluto.

¿Cómo empezar?

Lo siento, es que todo está mal desde que nací. Como si yo misma hubiera sido un error y el universo lo supiera y por eso me hizo lo que me hizo.

No quiero aburrir a nadie, pero esto es lo último que voy a escribir y por más que quiero que sea cierto que ves toda tu vida pasar frente a tus ojos antes de morir... Ojalá que sí para estar segurísima de que tomé una buena decisión, pero como no lo sé, aquí voy.

En primera: no fuimos planeados. Ninguno. Pero especialmente, yo no debía haber existido. En teoría la fábrica se cerraba con Joseph.

Como si no fuera suficiente, el día que nací había un huracán. Pero esa no era la desgracia, no. Era el anuncio de ella. No sé cómo ni por qué, mi madre falleció en mi parto. Según escuché a mi abuelo una vez, ella había nacido con problemas del corazón. Como sea, es lo de menos.
El caso es que ni ella ni mi hermana sobrevivieron y mi padre enviudó a los veintinueve.

Cosa de la que me culpó a mí.}

Antes de seguir, he de decir que cuando supe que debería tener una hermana, que no era yo solamente... fue difícil. No sé si tenía nueve o diez años (oops, ya estoy estropeando mi línea temporal. Pero como es un comentario que no tendría relevancia más adelante reafirmo mi postura sobre que no importa. ¿Me leíste, Garrett? No me harás cambiar de opinión. Sigo en lo mismo. Oops.)

Phantasy // COMPLETAWhere stories live. Discover now