|penínta téssera|

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Capítulo quincuagésimo cuarto
De oportunidades

-Ella se lo dijo. Abiertamente. Que no había terminado. Tomó lo que había pasado como una señal del karma para que actuara. A lo mejor nos hubiera llevado la mierda si jamás hubiera necesitado señales en su vida.

Ambos se habían quedado dormidos en la habitación de Scott después de volver a casa cerca de las cuatro de la mañana.

Se habían quedado dormidos en la habitación del menor.

Muy temprano, su padre les abrió la puerta y encendió la luz. El quejido fue inmediato, y Connor y Scott se giraron boca abajo.

-Arriba los que tienen que limpiar porque va a venir la novia.

-¡Ja! ¡Yo no tengo!- exclamó Connor antes de ponerse la sábana para que le tapara la cabeza.

-Connor- musitó Jeremiah.

-Ah, está bien, deja de rogarme, ilustre hombre, ya voy- dijo entre dientes, y buscaba con una mano la cara de su hermano menor para pellizcarlo, pero Scott ya estaba sentado y lo miraba divertido.

-¿Puedo saber qué traen escrito en la frente?

Scott soltó una risita mientras se restregaba los ojos.

Connor también se sentó pero inmediatamente se cubrió la cabeza con la sábana otra vez. Su hermano se la jaló para quitársela, y se pegó más a él.

-Connor dice "feliz" y yo digo "cumpleaños".

Su padre soltó una carcajada.

-¿Y por...?

-Visualiza esto- murmuró el hijo mayor, alzando sus manos como si fuera a explicar cómo se originó el universo-. Estábamos borrachos, en un bar viendo un partido de basketball que Scott no entendía en lo que llegaba el Uber, él tenía un plumón en su bolsillo que se guardó de la función y estábamos pensando que como era tarde ya era cumpleaños de la célebre mujer que nos dio la vida. Queríamos estar listos por si esta divinidad estaba esperando sentada en el comedor sumamente molesta.

-Yo le escribí a él y él a mí, ¿quién tiene mejor letra, papá?

-Uno de los alumnitos de su madre- rió Jeremiah-. Les voy a dejar esto aquí. Iré a preparar el desayuno de su mamá, desayunen ustedes y los espero para ver cómo nos vamos a dividir.

El hombre se acercó para dejar la caja de cereal, los cubiertos, los tazones y la leche en medio de los dos en la cama, así como dos botellas de agua, les revolvió el cabello y se fue después.

Scotr agarró una almohada y golpeó a su hermano en la cabeza.

-Reacciona.

-Menos voy a reaccionar si lastimas más mis neuronas.

-Uy, y eres ingeniero.

-Cuando me gradúe quiero que mi certificado diga: Ingeniero Estúpido.

-¿Sigues ebrio, verdad?

-Algo.

El menor se rió antes de darle otro golpe con la almohada. Pero después agarró el teléfono para mandarle su correspondiente mensaje de buenos días a Ares.

Phantasy // COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora