CAPÍTULO 79

839 93 54
                                    

En el momento que Naruto impactó el piso, Hinata cayo de rodillas frente a él. Por fin se había dado cuenta que había pasado.

Porque Hinata, su antepasada, la había podido controlar y había asesinado a Naruto. No...no solo fue su antepasada, si no ella misma. Su voluntad fue débil en comparación con la de ella y había podido llegar a su mente y corazón.

- No...

Susurró aun sin creer lo que estaba pasando.

- Esta es la manera en que mis padres fueron asesinados frente a mí. -Hablo Pain acercándose al cuerpo de Naruto. - Nuestra justicia lleva al odio. Y el odio a la justicia.

Hinata aún estaba intentando controlar de alguna forma aquel dolor que punzaba en su pecho, que era como si una daga caliente hubiera sido también incrustada en su corazón. Apenas podía respirar y solo podía ver el inmóvil rostro de Naruto.

Uno que por fin podía observar después de años de no hacerlo. Y es que, a pesar de todo, no pudo evitar acercar su mano y rozar su rostro.

Aquel rostro que le quitó el aliento desde el primer momento en que lo miró, aquel rostro que recordaba aun siendo una niña.

Porque solo pudo pensar que ni siquiera podía definir en qué momento comenzó a amarlo. Era algo que ya estaba en ella, en su sangre. Pareciera que había nacido amándolo.

Porque como su mamá había dicho, él había inyectado vida a su tranquilo corazón. ¿y ahora? Si esa vida se había ido ¿Cuándo moriría? Esperaba que pronto, porque aquel dolor era insoportable para pensar que podía vivir así.

- Mi amor...

Susurró acercando su mano a su rostro y acomodando su cabello, intentando creer que el solo estaba dormido. Que el sonreiría y le diría que todo estaría bien.

- Por favor...levántate.

Pidió mientras las lágrimas empezaban a caer una a una sin que ella pudiera hacer algo para controlarlo. Y un brillo llamó su atención a pesar de la poca visión que tenía, y fue cuando notó que, en el cuello de Naruto, reposaba el collar que le había regalado. Él lo llevaba con él. A pesar de todo, el no dudo el llevarlo.

- No me dejes...no ahora. Llévame contigo. Te perdono todo, todo, pero por favor no me dejes aquí.

Sollozó lo último posando su frente en la de él.

Debemos irnos ahora Hinata.

Escuchó otra vez aquella voz, haciéndola perder la poca paciencia que aún le quedaba.

- No...no me hables ¡No te atrevas a decirme algo más!

Gritó dejando confundido a Pain por sus palabras, ya que él había permanecido callado ya varios segundos.

No me obligues a controlarte de nuevo.

Hinata sintió como su cabeza comenzaba a arder. Como su espíritu empezaba a ser echado de su conciencia, pero esta vez ella hizo lo que ninguna de sus vidas anteriores hizo.

Se resistió.

- No...

Dijo con los dientes apretados mientras sus ojos parpadeaban por la luz que estos querían emitir.

- Veo que esto te ha afectado más de lo que pensé. Así que si lo que quieres es irte con él, te lo concederé. En unos siglos cuando vuelvan, esta tierra será diferente, tal vez entonces serán felices.

¡Te va a matar si te quedas! ¿¡Tirarás al mundo por él!?

- ¡Cállate! ¡Tú lo mataste! ¿¡Como pudiste quitármelo!? ¿¡Enserio crees que el mundo me importa si no está él!?

Mi Dulce Niña (NaruHina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora