CAPÍTULO 42

2.2K 197 42
                                    

Hinata se quedó paralizada. Aquellos ojos eran muy parecidos a los de ella. Solo que estos tenían un subtono azulado. Sintió mil sensaciones cuando los miro, desde sorpresa por la belleza de estos, hasta alguna especie de reconocimiento. Pero no sabía bien de dónde.

Los ojos de aquel animal no se movieron, pero parecían ver y analizar situación en la que estaban.
Por eso, Hinata no quiso moverse ni un milímetro. Temía que su atención fuera a ella.

¿Quién...quién eres?

Se preguntó, pero como si la hubiera escuchado, movió su cabeza mirándola por fin. El animal aun recostado, se miraba más intimidante que la bestia de arena, que se había quedado quieta, al parecer también por la situación.

- Hinata...sama

Hablo una firme, pero femenina voz. Curiosa, aquella zorra, movió su cabeza intentando de algún modo reconocer a Hinata. Lo cual, raramente, no se le hizo extraño, ya que ella comenzó a hacer lo mismo.

- Kŏri

Susurro Hinata segura, de que ese era su nombre y sonando tan familiar en sus labios. La zorra asintió, antes de dirigir su mirada al monstro frente a ellas.

- Shukaku, cuanto tiempo.

- Pensé que habías muerto. ―Le reclamo, sabiendo que significaba la presencia de Kŏri.

Hinata miro sorprendida como aquella bestia parecía tener conocimiento propio y parecía conocer a aquella zorra.

- Si, lo estuve.

Se comenzó a levantar con cuidado, parecía como si estuviera débil o incluso lastimada, pero una vez que sus cuatro patas se estiraron, se paró firme, sorprendiendo a Hinata, porque ahora que estaba incorporada, podía ver la belleza y elegancia del animal. Desde su puro pelaje blanco y su firmeza ante al animal. Un movimiento tras de ella, llamo su atención. Miro tras de ella viendo las colas que se alzaron.

Nueve.

Eran nueve con sus puntas de color azul. Se quedó maravillada.

- Dime ¿qué haces tan molesto?

- Tu zorra, no sabes todo lo que ha pasado todo este tiempo. Los humanos nos hicieron sus mascotas. Nos tratan como si fuésemos de ellos.

- Estar al servicio de ellos, es su propósito Shukaku, lo sabes.

- ¡No! ¡Estoy harto! ¡No los obedeceré más! ¡Te mataron y así los defiendes!

Le contesto tranquilamente, a pesar de que este se estaba alterando. Kŏri volteo atrás con Hinata acercándose un poco a ella, ya que aún seguía sentada en su espalda.

- ¿Este es tu pueblo? ―le pregunto.

- S...sí. Lo es. Yo...estoy peleando contra el para defenderlo...también para proteger a mis amigos.

- Bien. -Kŏri volvió su atención a Shukaku.- Si no entiendes tu misión Shukaku, te lo recordare.

- ¡Como te detesto! ¡Pensé que te darías cuenta de todo! ¡Mírate! ¡Tan débil!

― No lo suficiente débil para enfrentarte.

La zorra se agacho dispuesta a tacar. Sus colas se estiraron marcando un perfecto medio círculo.

― sosténgase Hinata-sama.

― ¿Qué?

Kŏri corrió contra Shukaku mientras Hinata se agarraba del pelaje de ella. Esta elevo su garra golpeándolo y haciéndolo retroceder.

Mi Dulce Niña (NaruHina)Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang