Mi Dulce Niña (NaruHina)

CAPÍTULO 85

— No debes venir así Hina-chan ¿Qué tal si te pasa algo o te miran?

Le regaño Naruto cuando Hinata había ido a verlo esa tarde nuevamente. Ella solo sonrió y pego su rostro en su espalda mientras le abrazaba por detrás. Había estado absorto platicando con Kurama que no había sentido a nadie hasta que él le dijo que estaba ella ahí.

— mi papá salió, así que no hay problema.

Rio Hinata sentándose frente a él. Naruto le acaricio su cabeza y ella acepto su toque con gusto queriendo abrazarlo una vez más.

Llevaban de esa forma ya casi tres años. Sus encuentros eran a escondida y con menos riesgo cuando Hiashi salía de la aldea, pero, aun así, se mantenían alerta.

Después de la noche que Hana murió, Naruto corrió hasta el clan Uchiha y fue a buscar a Itachi. Él le consoló mientras ambos lloraban, ya que el Uchiha también quería mucho a Hana, y después de calmarse un poco, fueron por Kakashi, los tres decidieron planear las cosas. Ver sus pro y contras, pero, aun así, manteniendo el bienestar de Hinata lo mejor posible.

Así que esperaron unos días hasta que la vigilancia de Hinata bajo y Naruto se acercó para contarle que no se acercaría mucho ese mes, pero que una vez que Hiashi pensara que la dejo en paz, verían la manera de verse.

Hinata lloro, pero lo acepto sabiendo que era lo único que podía hacer.

Desde entonces habían estado teniendo cuidado de ser disimulados, pero, aun así, tratando de convivir con Hinata lo más que podían.

— ¿Platicabas con Kurama otra vez?

— Si.

El zorro le había platicado sobre como controlar su chakra a pesar de su corta edad, y que, gracias a eso, había despertado una nueva técnica que venia del clan de su mamá. Kurama solo le había dicho como mejorarla y que rollos buscar para mejorar sus técnicas que practicaba con Kakashi, además del uso de la espada. Aun no se acostumbraba, pero le empezaba a gustar cada vez mas las ventajas que esta le ofrecía.

Y es que desde que su tía había fallecido, se habían decidido que la única solución a esas alturas era que el se volviera Hokage. Así que se entrenaba día y noche para que esa meta se cumpliera lo antes posible, pero ahora que tenia a Kurama y la promesa de que le ayudaría a que estuviera con Hinata, es que podía ver una luz al final de ese oscuro túnel.

— ¿Cómo es? ¿Lo podre conocer pronto?

Naruto no sabía que decirle, pero en eso escucho la voz de Kurama.

Es buen momento ahora, dile que quiero conocerla ahora si ella quiere.

Naruto sorprendido por escuchar aquella voz, solo parpadeo, y entendió que lo que decía Kurama, se iba haciendo realidad. Su conexión con él sería más intensa al grado de comunicarse libremente en un futuro.

— He....Hinata-chan ¿Quieres conocerlo ahora?

Hinata emocionada, abrió sus ojos con emoción y asintió vigorosamente.

— Solo que...el lugar donde el esta, no es muy agradable, además...él es...algo intimidante.

Hinata ladeo su cabeza intentando entender sus palabras, pero en eso asintió.

— Si Naruto-kun confía en él, yo también.

El sonrió por sus palabras y le abrazo recargando su pequeña cabeza en su hombro.

— Cierra tus ojos y solo respira tranquilamente, no te asustes, todo esta bien, estoy aquí contigo.

Hinata obedeció sintiéndose segura por sus palabras. Respiro un rato y cuando dejo de sentir el abrazo de Naruto abrió sus ojos encontrándose en un lugar algo oscuro; el agua que llegaba a sus tobillos no le mojaba ni le molestaba, pero era interesante. Camino con cuidado, pero sin miedo intentando encontrar a Kurama. Después de un rato de vagar por aquellos pasillos, dio con unas enormes rejas.