Mi Dulce Niña (NaruHina)

CAPÍTULO 68

- Hinata-chan ¿Estas bien?

Pregunto Itachi cuando miro a Hinata esperándolo fuera de la estación de policía. Se miraba seria, pero por lo que miraba, se encontraba bien. Pero sabía que, si había ido a buscarlo, algo debió haber pasado.

- Si, solo quería ver a Itachi-nichan

Sonrió, pero el Uchiha noto de inmediato que era falsa. Hinata no solía cerrar sus ojos cuando sonreía y menos poner sus manos tras de ella. El sonrió como respuesta.

- Yo también quería ver a Hinata-chan, vamos, te invitare a cenar.

­- ¿Dangos?

Pregunto acercándose para estar al lado de él. Itachi noto como su mirada estaba baja y denotaba tristeza a pesar de que su voz no lo reflejara. El poso su mano en la cabeza de Hinata.

- Con un te ¿Qué dices?

Ella solo asintió antes de que se fueran en completo silencio.

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- Entonces ¿fuiste a la tierra de donde provienen los zorros? ¿Y cómo es?

Pregunto Itachi una vez que Hinata le conto la experiencia de su ultimo entrenamiento con aquellos animales. Se sorprendió de saber que ella pudiera ser invocada en una tierra tan lejana, pero después de todo, Hinata siempre había sido especial, por lo que no debía extrañarle.

- Si. Es un lugar hermoso; hay muchos árboles y pasto. Senti el lugar...muy familiar, me senti como si estuviera en casa ¿sabes? Además de los rollos que leí, fue interesante sentir los sentimientos que tenía cuando los escribí siglos atrás. Quiero volver a ir pronto.

- ¿Siglos atrás? -Pregunto Itachi sorprendido por lo que escuchaba. Hinata le miro y solo le sonrió para tranquilizarlo. - ¿Por qué dices que tu los escribiste?

- Fueron mis vidas pasadas. Aquellas que viví hace mucho tiempo.

El pelinegro estaba muy confundido por esas palabras.

- ¿Cómo lo sabes?

- Kōri me lo dijo... y también mi antepasada, la primera, ella me conto sobre esto. Solo que... yo no lo recuerdo por muchas razones, pero, aun así, siento en mi mente y corazón lo que ellas sintieron. A veces mis emociones son tantas...que es difícil controlarlo. Como...

Ella se quedó callada recordando aquellas palabras que hacia casi un año la perseguían, al igual que aquellos flashes llenos de sangre.

- ¿Cómo que Hinata-chan?

Ella se quedó en silencio mirándole con seriedad, haciendo que Itachi le extrañara más lo que decía. Ella se levanto con aquella sonrisa falsa.

- Demos un paseo, quiero aire fresco.

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Salieron de la tienda en silencio, antes de que Hinata solo se dirigiera a la torre de la Hokage, pero entonces, ella se detuvo y miro los rostros tallados, antes de detener su mirada en la que fue el rostro del cuarto.

- Se parecen mucho ¿No?

Itachi miro a donde ella y entendió a quien se refería.

- Si, lo hacen. -coincidió Itachi. Minato había sido un buen Hokage. Y sabia que hubiera sido un gran padre. De repente supo que el aniversario de su muerte estaba cerca y con ella otra fecha importante. - ¿Sabes que día es hoy?

Quiso ver la expresión de ella, pero Hinata solo sonrió.

- Es siete de octubre...faltan tres días.