CAPÍTULO 54

1.9K 149 16
                                    

― ¡Hinata-chan!

Parpadeo con pesar al escuchar su nombre a lo lejos. Pero su cabeza y cuerpo estaban inertes y pesados. Cerro sus ojos al sentir una punzada en su sien e intento llevar su mano a esa área adolorida, pero con mucho esfuerzo y dificultad apenas pudo.

― No te preocupes. Poco a poco mis recuerdos se irán revelando cariño.

― Hina...Hinata.

Susurro al sentir la voz de su antepasada en la cabeza.

― No podre comunicarme contigo a menos que tu vida este en peligro. Pero un futuro cercano las cosas cambiaran. Ya lo veraz.

― Ashura.. ¿Cuánto me amas?

Su vista estaba llena de la imagen de un joven de cabello castaño. Este se encontraba observando la luna mientras ella se había decidido a hacerle su más grande duda. Cuando este volteo, solo sintió su respiración atorada en su garganta. Desde el momento en que lo había visto cuando había descendido a la tierra, nunca se había vuelto a sentir como ella misma. Y menos desde que él, le dedicaba esa característica sonrisa.

― No puedo ponerlo en palabras...que te parece si mejor te lo demuestro por el resto de tu vida

― Por el resto...de mi vida...Naruto.

Sintió sus manos apretar al darse cuenta de un hecho que la acompañaría tal vez para sus futuras vidas y lo que le quedara de esa.

Hinata se incorporó poco a poco al sentir, como esos recuerdos vividos solo se volvían algo distante. Pero al enfocar bien sus ojos, miro el vacío oscuro frente a ella; asustada, se sentó rápidamente y fue cuando noto, que lo que estaba, entre esa inminente caída y ella, era una capa delgada de hielo.

― ¡Hinata-chan! ¡Espera!

Miro arriba viendo como Itachi saltaba a donde se encontraba, por lo que, asustada, corrió a él y se abalanzo para que la sostuviera.

― Itachi-nichan.

Dijo aferrándose a su playera oscura y cerrando sus ojos dándose cuenta de la estupidez que había hecho.

― ¿Pero qué demonios estabas haciendo Hinata?

Le reclamo saltando de regreso a tierra firme, antes de que el hielo que segundos atrás la sostenía, se rompiera. Al subir pudo notar los escombros de hielo del vano intento que tuvo Samui de detenerla. Hinata también se dio cuenta, que su pequeña amiga tampoco estaba.

― Yo...lo siento.

Dijo bajando de Itachi y cayendo al pasto al aun sentirse débil.

― Espera Hinata, ¿te encuentras bien?

― si. Estoy bien, por favor no te preocupes. Estoy bien.

Le volvió a pedir Hinata respirando para calmar a su agitado y angustiado corazón. Las cosas eran peor de lo que pensaba, pero al menos ya no estaba a oscuras; además del hecho de que no estaba sola. Nunca lo estuvo.

― Hinata... ―Le hablo el pelinegro captando su atención. Por fin noto como sus ojeras, estaban más marcadas de lo normal y se miraba muy cansado. ― ...no vuelvas a hacer eso. No te vuelvas a poner en peligro por favor...él...nosotros no soportaríamos perderte Hinata.

Hinata sintió sus lagrimas caer y se sintió culpable por su egoísmo. Había tenido que recurrir a ponerse en peligro, pero no se arrepentía. Haría lo que fuera por que ellos estuvieran bien.

―No volverá a pasar...lo prometo...yo...yo estoy protegida Itachi-nichan. No deben temer.

El Uchiha abrió sus ojos sorprendidos por sus palabras.

Mi Dulce Niña (NaruHina)Where stories live. Discover now